Con la asistencia de más de 300 personas, expertos conversaron acerca de los desafíos de la energía del futuro y de cómo la electricidad será gravitante. Concluyeron en que los beneficios de la mayor electrificación son claros: menor contaminación local, menores costos de energía, contribución para mitigar el cambio climático, políticas sociales con mayor foco y mejor calidad de servicio. Para transitar de la industria de la energía eléctrica actual a la industria de la energía del futuro es necesario contar con un marco regulatorio flexible.
En el marco del Tercer Ciclo de “Conversaciones que Conectan 2018”, foro de diálogo organizado por Transelec junto a Congreso del Futuro y Diario Pulso, la ministra de Energía, Susana Jiménez; Gianni Kovacevic, reconocido experto en temáticas de energía, recursos naturales y mercados emergentes, graduado del Instituto de Tecnología de la Columbia Británica; Rodrigo Palma, investigador del Centro de Energía dela Universidad de Chile; y Andrés Kuhlmann, gerente general de Transelec, conversaron acerca de la Energía del Futuro.
¿Cómo impactará en nuestras vidas la energía del futuro?, ¿de qué forma se adapta la actual regulación a los desafíos de la energía del futuro?, ¿cuáles son las nuevas oportunidades de emprendimiento que demandará la energía del futuro?, fueron algunas de las preguntas que se plantearon los expertos en este panel de conversación.
En este contexto, Gianni Kovacevic, comentó que hoy nos movemos desde los combustibles fósiles hacia la electrificación. “Una vez que uno se aleja de los recursos tradicionales, lo que se tiene que hacer es comenzar un nuevo proceso de electrificación. Ese cambio va a ser liderado por las energías renovables. En Chile tienen mucho sol en el norte. Tienen litio y cobre que hacen posible la electricidad. Tienen potencial de viento en el sur. La electricidad es el futuro”, afirmó.
Andrés Kuhlmann, por su parte, manifestó que “este cambio se vivirá de manera acelerada en Chile, transitando hacia un país cada vez más eléctrico, debido a que los costos de la electricidad han venido bajando de manera consistente en las licitaciones de energía durante los últimos años. Una baja que se está traspasando rápidamente a consumidores. Pero para que todo esto ocurra, debemos contar con un marco regulatorio flexible que nos permita transitar de la industria de la energía eléctrica actual a la industria de la energía del futuro.
En tanto, la ministra de Energía, Susana Jiménez, planteó que “debemos mirar permanentemente cuáles son los cambios que se vienen, cuáles son las tendencias y cómo desde el sector público alineamos nuestra política pública, nuestras regulaciones, nuestra normativa, no sólo para acelerar la introducción de esos cambios, sino para tener la celeridad suficiente para que aquellas tendencias que hoy no son visibles, pero que van a estar el día de mañana, puedan ser recogidas en beneficio de la calidad de vida de las personas”.
Por su parte, Rodrigo Palma, comentó que “Chile tiene una gran oportunidad en cuanto al desarrollo de las energías renovables, especialmente la solar, por lo que hay que aprovechar esta ventana, ya que nuestro país se puede convertir en un actor solar relevante en el mundo y crear así una nueva industria local”. Y agregó, que “para ello contamos con gente capacitada en el ámbito industrial, tenemos instituciones robustas en el mundo público; es decir, tenemos todo para hacer la revolución solar chilena”.
Al finalizar Conversaciones que Conectan, ciclo de foros realizado por tercer año consecutivo en distintas regiones del país en torno a diálogos constructivos en temas que a veces son difíciles de abordar, Andrés Kuhlmann afirmó que “como empresa líder en nuestro sector, vemos que también podemos aportar al desarrollo desde otras instancias, generando diálogos constructivos en temáticas que han estado al centro de varios conflictos en nuestro país como la ética, la sustentabilidad, el tratamiento de emergencias y hoy, el dilema de cómo abordaremos la energía del futuro”.