Vivir en casas que no estén adecuadamente diseñadas y construidas puede significar incomodidad para sus ocupantes, pero también altos costos en electricidad y gas.
Cada vez es más frecuente la instalación de sistemas de calefacción central o aire acondicionado en las viviendas, y aunque el clima en que vivimos no es tan extremo comparado con países nórdicos, se gasta mucho dinero en energía para poder mantenerlas a una temperatura confortable. Para reducir estos gastos es recomendable recurrir a diversos elementos de diseño y construcción sustentable, los que, además de proveer una vivienda más confortable, permiten generar importantes ahorros.
“Antes de construir o comprar una vivienda, es importante asesorarse en eficiencia energética, incluyendo la evaluación de criterios como la Calificación Energética de Viviendas, etiqueta similar a la de los electrodomésticos, donde es posible conocer el nivel de eficiencia energética de las casas según los consumos de calefacción, enfriamiento, iluminación y agua caliente que estas tendrán en los distintos climas de nuestro país”, sostiene José Antonio Kovacevic, gerente área Green Building de Efizity.
Según el ingeniero civil, existen cuatro aspectos clave que permiten definir la sustentabilidad de una vivienda.
- Aislación térmica. Los muros exteriores, la techumbre y pisos deben ser aislados con materiales como poliestireno expandido, lanas o poliuretano.
- Ventanas: Idealmente termopanel. Pero la protección y operación de éstas son muy importantes tanto en invierno como en verano. “Aconsejamos que en el verano permanezcan abiertas siempre y cuando la temperatura exterior no supere los 26°C e idealmente durante toda la noche”, asegura Kovacevic.
- Filtraciones de aire: A través de las puertas y ventanas se producen filtraciones de aire, por lo que la recomendación es usar burletes, sellos y preferir ventanas de abatir o tipo puerta en lugar de corredera.
- Ventilación: Es fundamental para controlar la humedad y presencia de contaminantes al interior, pero debe ser de manera controlada para no arriesgar el intercambio excesivo de calor desde el exterior al interior durante el verano y desde el interior al exterior durante el invierno.
