Por Santiago Machado, director de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos.
Si consideramos que las pymes representan un 51,8% de los negocios en Chile, de acuerdo a las cifras del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, por medio de la Cuarta Encuesta Longitudinal de Empresas (ELE-4), la productividad se vuelve un tema relevante para este segmento. Sumado a ello, una mejor capacitación para los trabajadores, administradores y socios de estas, un mejor acceso a financiamiento y mayor flexibilidad laboral, son algunos de los desafíos prioritarios para impulsar el crecimiento de las empresas de menor tamaño.
¿Pero qué pasa con la calidad de vida en las pymes? Nuestra experiencia nos ha demostrado que estas reconocen el impacto positivo que las medidas de calidad de vida tienen en el rendimiento de su negocio. Mientras más acciones implementan los ejecutivos de las Pymes para mejorar la calidad de vida de sus colaboradores, más aumenta su productividad. A modo de ejemplo, un estudio que realizamos en 2016 reveló que aquellas que implementan entre 8 y 10 medidas para aumentar la calidad de vida incrementan en un 65% la productividad.
A nivel internacional invertir en la calidad de vida es una tendencia en las pymes. Sin embargo, en Chile esto no está sucediendo. El estudio antes señalado así lo demostró, ya que en el país el 64% de las pequeñas y medianas empresas no ofrece ningún beneficio a sus colaboradores.
En ese contexto, en nuestro trabajo con más de 4.200 empresas en Chile, de las cuales un 70% son pymes, hemos podido visualizar que existen cuatro elementos clave que permiten aumentar la calidad de vida de las empresas de este segmento, que representan el 42% de la fuerza laboral de nuestro país: brindar acceso a una alimentación sana y equilibrada, valorizar el rendimiento a través de incentivos y reconocimientos, mejorar el poder adquisitivo de los colaboradores y permitir que los trabajadores tengan una mejor gestión.
En materia de alimentación laboral, existe una relación directa entre una alimentación saludable, seguridad laboral y productividad, ya que incentivan una mayor motivación laboral, capacidad física y mental, concentración y sensación de agrado con una ingesta equilibrada de alimentos.
Dentro de este contexto, es importante que las pymes tomen conciencia que la alimentación en el trabajo no debe ser considerada un gasto, sino una inversión que reduce muchos otros costos para el trabajador y la empresa. Una mala nutrición puede causar pérdidas de hasta un 20% en la eficiencia y productividad de un trabajador, por lo mismo, es esencial que las empresas faciliten los medios necesarios para la alimentación de sus colaboradores y las medidas en esta materia se deben adoptar de forma permanente, como parte de las políticas de salud y seguridad.