En los últimos años se ha venido hablando mucho de finanzas sostenibles, financiamiento sustentable y desarrollo sostenible en el sector financiero ¿Acaso es lo mismo, dicho de formas distintas?
“Finanzas Sostenibles o Sustentables” proceden de “Sustainable Finance” en inglés. Las finanzas sostenibles implican por una parte que el sector financiero integra los riesgos y oportunidades medioambientales, sociales y de gobernanza en el sistema financiero tradicional; y por otra parte, que el sector financiero moviliza capital para una economía sostenible, baja en carbono y resiliente al clima. Las finanzas sostenibles se enfocan en las tres aristas del desarrollo sostenible (medioambiental, social y económico) y otros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como por ejemplo la justicia, la paz o alianzas estratégicas para el desarrollo.
Los ODS son ambiciosos objetivos. Se estima que se necesitará entre 5-7 billones USD/año hasta el 2030 y para ello será necesario la movilización de finanzas públicas y privadas.
“El desarrollo sostenible en el sistema financiero” es lo mismo que “Finanzas Sostenibles o Sustentables”.
¿Cuál ha sido el rol de UNEP FI?
ONU Ambiente – Iniciativa Financiera (UNEP FI, por sus siglas en inglés) ha sido pionera por dos razones: una porque es la primera alianza entre las Naciones Unidas y el sector financiero (actualmente contamos con más de 200 Miembros de los sectores de banca, inversión y seguros); y la otra es porque fue la primera en interesarse en las finanzas sostenibles. UNEP FI se creó en la Cumbre de Río de la Tierra en 1992, cuando un grupo de líderes visionarios vieron que transformar las finanzas privadas sería primordial para alcanzar el desarrollo sostenible. Al comienzo de la conversación estaba enfocado en grandes instituciones financieras transnacionales con sede en Europa y Norteamérica.
Durante 26 años, UNEP FI ha estado trabajando en proporcionar junto a sus Miembros conocimientos y experiencias a través de investigación, sensibilización, capacitación, herramientas, principios y estándares, y por otra parte ha colaborado con entes gubernamentales, reguladores financieros y Asociaciones de Instituciones Financieras en procesos nacionales de finanzas sostenibles, regulación financiera y política económica.
UNEP FI ha promovido la integración de los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ASG) en el sector financiero. Contamos con diferentes Grupos de Trabajo sobre Cambio Climático; Biodiversidad y Ecosistemas; Asuntos Sociales y Derechos Humanos; e Impacto Positivo. Además, UNEP FI ha promovido la movilización de las finanzas a una economía sustentable, baja en carbono y resiliente al clima. La suma de estas acciones da lugar a un cambio de cultura o paradigma, “cambiando las finanzas y financiando el cambio”.
Dentro de las Finanzas Sostenibles, se encuentra por ejemplo la gestión de los riesgos ambientales y sociales de la parte de un banco, es decir, la implementación de herramientas de análisis y gestión de riesgos ambientales y sociales, que faciliten la identificación, evaluación y administración de potenciales riesgos sociales y ambientales generados por las operaciones de sus clientes. Por ejemplo, un banco que va a otorgar un crédito a una industria textil, y justo al lado de la industria pasa un río. El banco tendrá que identificar, evaluar y gestionar los potenciales impactos negativos en el medio ambiente (posible contaminación del río por actividades de dicha industria, gestión de residuos, etc.) y en la comunidad aledaña. El banco debe preocuparse porque no se afecte la comunidad y el medio ambiente y como consecuencia que el cliente no tenga que incurrir en costos de remediación, multas, pérdida de mercado, cierre y reputación tanto del cliente como del banco.
También se habla mucho de Finanzas Verdes y Financiamiento Climático. ¿Es lo mismo que las Finanzas Sostenibles?
“Finanzas Verdes (Green Finance)” es el financiamiento para la mitigación y adaptación del cambio climático y otros medios ambientales. Esto incluye reducción de contaminación de aire, agua y tierra; mitigación y adaptación al cambio climático, etc.
“Financiamiento Climático” son los recursos financieros que se usan para mitigación y adaptación al cambio climático. Y “Financiamiento Bajo en Carbono” es específico a mitigación del cambio climático.
Las Finanzas Verdes, el Financiamiento Climático y el Financiamento Bajo en Carbono se encuentran dentro de las Finanzas Sostenibles. Ver diagrama al final de este artículo.
Mark Carney, Presidente del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) y Gobernador del Banco de Inglaterra, ha advertido en los últimos años al sector financiero sobre las “profundas implicaciones” del cambio climático para la estabilidad financiera y la economía.
En la 1ª Conferencia Internacional sobre Riesgos Climáticos para Supervisores Financieros que tuvo lugar en abril de este año en Amsterdam, que fue liderado por los Bancos Centrales del Reino Unido, Francia y Holanda, y que contó con la participación de representantes de más de 30 países y de 50 instituciones de supervisión financiera, se concluyó que será necesario 90 billones de USD en los próximos 15 años en activos de infraestructura sostenible en áreas clave como edificios, energía, transporte, agua y residuos para abordar los 3 retos principales que enfrenta la comunidad global: reactivar el crecimiento, cumplir los ODS y reducir el riesgo climático en línea con el Acuerdo de Cambio Climático de París.
Esto presenta no solo un desafío en la adaptación a un contexto cambiante, sino también una tremenda oportunidad para el sector financiero y los mercados de capitales para abordar esta demanda de nuevas inversiones.
La arquitectura de financiamiento climático global es compleja ya que incluye muchas instituciones, mecanismos e instrumentos.
Los países desarrollados ponen a disposición de los países en desarrollo recursos financieros para ayudar a mitigar y adaptarse a los impactos del cambio climático, ya que los mayores responsables del cambio climático históricamente han sido los países desarrollados por sus emisiones globales de gases de efecto invernadero, pero la mayor parte de los daños causados por el cambio climático afecta a los países en desarrollo, siendo estos los más vulnerables. Las mayores economías emergentes, como China e India, han tenido un crecimiento sostenido de gases de efecto invernadero de forma más reciente.
El financiamiento climático también se puede canalizar a través de diversas instituciones como los Fondos Públicos Internacionales (como el Fondo Verde del Clima “GCF”), Instituciones Financieras Multilaterales (como el Banco Mundial, el BID, CAF, entre otros), Bancos Comerciales, Bancos Nacionales de Desarrollo, Bancos Verdes (instituciones financieras no tradicionales, que actúan como coordinadores entre recursos públicos, inversionistas privados e iniciativas que requieren recursos a bajo costo orientados a financiar la ejecución de proyectos de energías limpias de distintos tipos y tamaños), Fondos de Pensión (como el Noruego, el más grande del mundo, que prevé deshacerse de sus inversiones en combustibles fósiles), Fondos Nacionales para el Cambio Climático, Fondos de Capital privado, mercados de carbono, otros mecanismos innovadores de financiamiento (como el gravamen sobre el transporte aéreo), etc.
A los recursos de estas fuentes públicas, privadas, público-privadas, bilaterales y multilaterales pueden acceder privados, organizaciones y países.
Se espera que haya además un aumento importante de fondos públicos y privados ofreciendo a los países nuevos recursos para llevar a cabo medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, permitiendo que los países puedan cumplir con sus Contribuciones Nacionales Determinadas (“NDC”, por sus siglas en inglés) a los que los países se comprometieron a través del Acuerdo de Cambio Climático de París (2015). La proliferación de mecanismos de financiación del cambio climático requerirá de una mayor coordinación para un mejor acceso al financiamiento.
Dentro de los instrumentos de financiamiento climático, se encontrarían las donaciones (como los de la UE a países en desarrollo, adicional a la cooperación al desarrollo), préstamos de instituciones financieras internacionales en condiciones favorables, bonos verdes, cooperaciones técnicas, inversiones de capital, garantías de crédito, subsidios a las tasas de interés, etc.
En el sendero de los países hacia economías con bajas emisiones y resilientes al clima, con procesos de producción y consumo que emitan menos gases de efecto invernadero y con un desarrollo sostenible, implica un cambio de paradigma y un aumento significativo en el financiamiento para que la temperatura global no suba más de 2 grados centígrados.
Diagrama:
Fuente: ONU Ambiente Inquiry.