La actividad fue el puntapié inicial de un programa gratuito de mentoría para pequeñas y medianas empresas de la capital, que tendrán la posibilidad de medir y mejorar sus impactos socioambientales y certificarse como Empresa B. Autoridades como el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, y la intendenta metropolitana, Karla Rubilar, estuvieron presentes en la cita. El secretario de Estado aprovechó de destacar las propuestas del Acuerdo Nacional por la Infancia.
Con una exitosa asistencia de casi 200 pymes finalizó la 1ª Cumbre de Empresas que Transforman Santiago, el evento que dio el puntapié inicial a STGO+Lab, un programa inédito y gratuito que seleccionará a 40 empresas para recibir mentorías personalizadas durante ocho meses.
Este programa les permitirá medir y mejorar su impacto socioambiental, además de tener la oportunidad de certificarse como Empresa B.
Durante la jornada, expositores nacionales e internacionales destacaron la importancia del sector privado para generar cambios en las ciudades y cómo las empresas pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Los desafíos y los trabajos realizados en Medellín, Ciudad de México y Río de Janeiro fueron algunas de las experiencias relatadas por sus propios protagonistas.
El encuentro fue organizado por STGO+B, iniciativa público-privada que nace a partir de una alianza entre la Estrategia de Resiliencia de la Intendencia Metropolitana y Sistema B con el objetivo de construir una ciudad más próspera, sustentable e inclusiva.
La directora de STGO+B, María José Ramírez, detalló que este viernes 1 de junio, las casi 200 empresas participantes podrán conocer si formarán parte de las 40 seleccionadas para acceder al proceso de mentorías personalizadas. “Estamos muy contentos que desde las empresas esté surgiendo la necesidad y la visión de tener mayor conciencia de los impactos que se están generando en nuestro entorno y de qué forma podemos aportar a mejorar el bienestar de las comunidades en las que estamos insertos”.
Por su parte, la gerenta de Pequeñas Empresas de Banco Estado, Soledad Ovando, destacó la importancia de que las pymes sean concientes de sus impactos. “Las pymes son más del 98% del total de empresas que existen en nuestro país y son las que generan al menos el 50% del empleo en Chile. Ellas son, en muchos casos, más B que las grandes compañías, sin embargo, no tienen conciencia de ello y, por ende, no logran captar el tremendo valor que esto tienen”.
Dentro de los expositores nacionales, también sobresalió la participación del ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, quien resaltó que iniciativas como STGO+B rompen el círculo vicioso de segregación, delincuencia y otros problemas sociales, puesto que une a las personas para trabajar en mejorar las ciudades y la calidad de vida de sus habitantes. “Para enfrentar este tipo de problemas, no hay nadie que lo pueda hacer solo, ni una ley ni un gobierno. Si bien todos estos pueden ayudar son finalmente los ciudadanos quienes construyen y hacen la diferencia. La tarea que hace la sociedad civil, como Sistema B, y las empresas con sus personas, son insustituibles, todos aportan un granito de arena”, dijo.
En ese contexto, el secretario de Estado se refirió al Acuerdo Nacional por la Infancia —cuyas 94 propuestas fueron presentadas ayer al Presidente Sebastián Piñera— e hizo hincapié en que no es posible transformar las ciudades sin atender y resolver el problema que aqueja actualmente a los niños.
Por su parte, la intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar, se refirió a la problemática social de quienes viven relegados en los sectores más periféricos de Santiago, aislados de los distintos servicios y recursos, recalcando la necesidad de que el mundo privado se involucre también en abordar este desafío.
“En este sentido, las empresas son un eje fundamental para mejorar la inequidad de la capital. Cuando se alinea la responsabilidad social empresarial con los objetivos estratégicos de la región en cuanto a la inversión, se puede hacer una gran diferencia”, explicó la autoridad.
Además, durante la cumbre presentaron el gerente general de Unilever, Hans Eben; la gerenta de Pequeñas y Medianas Empresas de Banco Estado, Soledad Ovando; la fundadora de Modulab, Pamela Castro; la fundadora de la zapatería Nain, Cindy Cañupán; el fundador del Club de la Innovación, Iván Vera, y el co-fundador de Sistema B y TriCiclos, Gonzalo Muñoz.
Bloque internacional
Durante la tarde, tuvieron lugar las presentaciones de los expositores internacionales, quienes se han convertido en figuras de referencia en cuanto al desarrollo de impacto positivo y ciudades más sustentables en sus respectivos países.
Uno de ellos fue Gustavo Restrepo, arquitecto, urbanista y uno de los responsables de materializar el Plan de Desarrollo 2008-2011 de la Alcaldía de Medellín, en Colombia. Esta ciudad, hasta fines de la década del 90, se caracterizaba por sus altos niveles de delincuencia y abandono por parte de autoridades y privados, y hoy es reconocida como una de las urbes más innovadoras del mundo, con fuertes alianzas público-privadas que han mejorado notablemente la calidad de vida de sus habitantes.
En la ocasión, Restrepo destacó la importancia de la participación ciudadana en los procesos de transformación de las ciudades y la necesidad de construir confianzas mediante el diálogo, pactos y cumplimientos. “El tema está en no prometer, sino en comprometerse”, advirtió, y agregó: “La ciudad es el reflejo de los ciudadanos, hay que lograr que ellos se sientan turistas de su propia ciudad, pudiendo disfrutarla. Y para lograrlo se requiere la participación de las personas y de voluntad política”.
Otro de los expositores que intervino en el encuentro fue el brasilero Hamilton Henrique, fundador de Saladorama, un innovador negocio social con el que ha luchado contra la comida basura al interior de las favelas de Río de Janeiro, brindando comida saludable a bajo costo para sus habitantes.
Henrique destacó el impacto que generó su emprendimiento en la ciudad de Río de Janeiro. “Me di cuenta de que en Brasil, la alimentación sana no podía ser un privilegio, por lo que comencé a estudiar la forma de cambiar esto. Mi abuela, por ejemplo, sufrió de diabetes, lo que hizo que perdiera la vista y algunos de sus dedos. Fue horrible ver cómo resultaba mutilada. Los doctores dijeron que esta situación podría haberse evitado si hubiese tenido una buena alimentación. Fue ahí que pensé que algo tenía que cambiar”.
En tanto, el CEO de la empresa Mexichem, Daniel Martínez-Valle, detalló algunas de las iniciativas que la compañía está apoyando en Ciudad de México para enfrentar los desafíos urbanos, promoviendo la participación ciudadana para generar espacios colaborativos y así mejorar el entorno, la calidad de vida, la conexión entre las empresas y los ciudadanos.
“Los cambios culturales solo se dan con acciones concretas, donde el secreto es la voluntad política, que viene de las personas y de las autoridades. La ciudad no es el problema, es la solución”, subrayó el ejecutivo.