El Ministro de Educación Gerardo Varela presidió la inauguración del año escolar de las escuelas de reingreso en el colegio Betania, de fundación Súmate, causa del Hogar de Cristo. A la actividad asistieron autoridades de la institución, representantes de las organizaciones que apoyan y aportan al desarrollo de los jóvenes como SOFOFA, Actitud Lab, fundación Emplea y Audiomúsica, apoderados, profesores y estudiantes. Antes de dar inicio a la ceremonia el secretario de Estado recorrió las instalaciones y compartió con estudiantes, profesores y directores, además de participar del taller de estética y probar los panes que preparan los alumnos del ramo de gastronomía.
En su discurso, el Ministro Varela manifestó que entre los desafíos de su cartera está “dar esperanza a los más de 77 mil niños excluidos del colegio”. Y agregó: “Como ministerio hemos tomado la decisión de trabajar por aquellos que han sido olvidados: los niños que han sido excluidos del sistema escolar, y quiero decirles que no están solos, haremos todo lo que está en nuestras manos para que puedan reincorporarse. La educación es la mejor herramienta para salir adelante, pero aún más importante es la realización personal y el máximo desarrollo de nuestras capacidades. Nuestro sistema tiene que contemplar opciones y mecanismos que permitan convencer a nuestros niños de que sigan estudiando. No por ellos mismos, sino porque Chile no puede seguir perdiendo sus talentos”.
Durante la inauguración de año escolar, los invitados tuvieron la oportunidad de escuchar al grupo musical Contracorrientes, compuesto por estudiantes de Betania, y escuchar la reflexión de un ex alumno, Joel Rodríguez, quien llegó al colegio de Súmate en 2013 cuando su nivel escolar alcanzaba tercero básico. Había abandonado los estudios por inasistencia. En su discurso, dijo, emocionado: “En el lugar en el que estudié nunca se preocuparon de saber por qué faltaba tanto y por qué no me motivaba ir a estudiar. Un día me pregunté qué iba a ser de mí en unos años más y comencé a buscar colegios. Se me cerraron algunas puertas, pero milagrosamente llegué acá. Los primeros meses fueron difíciles, pero me di cuenta que este era un lugar distinto, partiendo por los profesores, quienes además de enseñarme, se preocupaban por mí”.
Hoy Joel estudia hoy Gastronomía Internacional en Inacap.
La directora ejecutiva de fundación Súmate Liliana Cortés reconoció los importantes resultados y avances que logran los estudiantes de la institución. “Las escuelas de reingreso son una alternativa. Es un modelo pequeño, donde existe el dos años por uno, salas multinivel, una serie de innovaciones pedagógicas que permiten que los jóvenes lleguen, se queden y salgan de cuarto medio e incluso algunos puedan seguir estudiando. No es responsabilidad de ellos, es responsabilidad de nosotros como sociedad poder brindarles oportunidades para que realmente puedan salir adelante”, dijo.
El colegio Betania es el establecimiento más antiguo de los cinco que pertenecen a fundación Súmate. Ubicado en la comuna de La Granja, brinda oportunidad de desarrollo a los jóvenes. “Una de las cosas que hacemos acá es reconocerlos. No son un número, tienen nombre y apellido, y eso es lo que realmente agradecen, porque nos preocupamos de cada uno. Si un chico falta, lo buscamos; si necesita ayuda, ahí estamos para para ayudarlo y no sólo en su condición de estudiante, sino en su condición de persona”, cuenta Luis Valenzuela, director del colegio Betania.
Protagonistas de Betania.
Elías, 18 años, egresado del colegio Betania, estudia construcción civil en Inacap. “Fue una bonita experiencia, porque me ayudaron en todo lo que necesitaba justo cuando dejé de estudiar. Tenía problemas y me quedé en la casa. Me pareció excelente que el ministro estuviera inaugurando el año escolar y que se fije en instituciones tan lindas como estas, que son necesarias porque todavía quedan jóvenes que no están estudiando o que no tienen las herramientas para volver a estudiar”.
Alexandra, 18 años, cursa cuarto medio en el colegio Betania, quiere estudiar gastronomía. “Fui mamá y dejé un tiempo de estudiar. Y pensé que me iba a costar encontrar colegio y una amiga me dijo que estaba este lugar, que las clases eran por la mañana, lo que coincidía con el horario de mi hijo. A estudiar se ha dicho, me dije. Ha sido un tiempo entretenido porque en el colegio que iba antes no ofrecían lo que yo quería estudiar y aquí encontré que tienen gastronomía y he aprendido muchas cosas”.
