En un entorno de creciente complejidad, con retos sociales y medioambientales sin precedentes, deviene indispensable que los agentes sociales colaboren entre ellos para encontrar soluciones.
En este sentido, la innovación sostenible es una importante palanca estratégica para la transformación de modelos de negocio. La idea es que, además de generar valor económico,el impacto en la sociedad y en el planeta sea positivo.
El emprendimiento sostenible conlleva una visión de cambio sistémico y una activa implicación del ciudadano para cambiar las dinámicas del mercado. Actualmente existen varios ejemplos de emprendedores changemakers de éxito. Es el caso de la cooperativa energética de consumo verde Som Energia, que tiene una interesante propuesta de valor, un modelo participativo de gestión y una muy efectiva utilización de las redes sociales. A día de hoy es la cooperativa de energía renovable de mayor crecimiento en Europa, con más de 33.500 socios y casi 50.000 contratos de luz.
Otros ejemplos son Noem, dedicada a la construcción de casas ecológicas de diseño y a medida basándose en un proceso innovador de co-creación con el cliente; y Social Car, una de las primeras empresas españolas de alquiler de coches entre particulares a través de Internet.
En estos casos, los factores determinantes de éxito fueron la convicción personal y la voluntad de los ciudadanos eco-emprendedores de cambiar las reglas del juego en sus respectivos mercados, contando con la tecnología para la creación de comunidades y la rápida escalabilidad de los proyectos.
Las empresas que innovan en sostenibilidad lo hacen de forma colaborativa: son conscientes de que las ideas disruptivas se pueden originar tanto dentro como fuera de la organización y que los procesos abiertos aportan creatividad e innovación acelerada.
La cadena de supermercados Veritas reforzó sus políticas de residuo cero creando una nueva gama de productos llamada “Cuina Veritas”, siguiendo los principios de la economía circular. Veritas creó una colaboración entre consumidores, responsables de tienda y dos fundaciones especializadas en alimentación e inserción social con la finalidad de integrar negocio, impacto social y sostenibilidad.
En el caso de “Soy Frigo”, (programa impulsado por Unilever España para afrontar el desempleo juvenil)los propios jóvenes, junto con instituciones, entidades de formación y ONGs dedicadas a la inclusión social, fueron fundamentales para el desarrollo del proyecto. La iniciativa prevé ayudar a generar 100.000 empleos a nivel mundial para 2020.
Para una efectiva transición hacia estilos de vida más sostenibles y una nueva forma de gestionar negocios y empresas, se precisa un liderazgo visionario y menos cortoplacista que integre de forma transversal la sostenibilidad en el negocio y fomente una cultura interna de prueba y error.
Empresas y emprendedores han de ser conscientes de que ser responsables y sostenibles no sólo no está reñido con ser competitivos, sino que, en entornos de extrema complejidad, son condiciones indispensables.
Si quieres saber más sobre multinacionales, start-ups y cooperativas que han co-creado junto a ciudadanos y usuarios productos y servicios con un impacto positivo en la sociedad y en el medioambiente, te proponemos la lectura de EUInnovate: Innovating in search of sustainability: citizens, companies and entrepreneurs.
Publicado: 4 Noviembre 2017 por iSocial
Sonia Ruiz, (@soniaruizmas) investigadora del Instituto de Innovación Social de ESADE, fundadora de NOIMA
