Si todos los habitantes del mundo vivieran como un chileno promedio, serían necesarios 2.6 planetas Tierra para atender a sus necesidades y estilo de vida. Y según la demanda y consumo actual, los recursos no nos alcanzan y hemos superado el límite como país: se requieren 1.2 “Chiles” para que el país pueda seguir funcionando.
Esta es la alarmante realidad que muestran las mediciones de la Red Global de la Huella Ecológica (GFN, por sus siglas en inglés), centro de estudios internacional asociado a WWF, la organización mundial de conservación.
Según los datos de la GFN, este sábado 4 de noviembre Chile comienza a vivir en sobregiro ecológico. Esto, por tercera vez consecutiva: en 2015 ocurrió el 28 de noviembre y en 2016 se adelantó al 31 de octubre.
Ricardo Bosshard, director de WWF Chile, explica que el sobregiro ecológico es la fecha estimada en que la capacidad biológica de los ecosistemas para regenerar recursos en forma renovable y absorber los desechos generados por el hombre (la biocapacidad), ya no es suficiente para sostener las demandas de la población de Chile durante un año.
“Nuevamente tenemos que llegar al 31 de diciembre a costa de una línea de crédito ecológica, que es en realidad la herencia de recursos que deberíamos proteger para las próximas generaciones”, señala.
“No podemos negar que en el último tiempo Chile ha dado señales positivas para el medio ambiente, como más Áreas Marinas Protegidas y la reducción del uso de bolsas plásticas, pero el desafío es mucho mayor, ya que implica acelerar la descarbonización de la economía y saldar deudas con nuestra naturaleza, como contar con un Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, entre otros temas”, agregó Bosshard, quien enfatizó que estos aspectos deben ser prioritarios para el nuevo gobierno que asuma en marzo próximo.