Los espacios compartidos en el mundo han crecido un 23,8% anual, siendo atractivas para emprendedores debido a que no requieren de una inversión inicial y cuyos costos fijos son divididos entre todos los que arriendan la oficina.
Actualmente existen 20.000m² utilizados para co-work y según la consultora inmobiliaria NAI Sarrà, para los próximos 12 meses se incorporarán más de 44.000 m², triplicando el stock. Estos espacios se ubicaron inicialmente en El Golf, Nueva Las Condes y Providencia. Hoy, se suman nuevos barrios como Las Condes, Santiago Centro, Vitacura e incluso en zonas como Macul y Pedro Aguirre Cerda, sectores que destacan por poseer una muy buena conectividad.
El subarrendamiento de oficinas en Chile ya se instaló en nuestro país, siendo el formato Co-work el que está llegando a las zonas más estratégicas para hacer negocios en nuestra capital. Modelo que viene desde afuera y que ha tenido un auge en los últimos años, creciendo un 23,8% anual según cifras de Emergent Research. Los expertos de la consultora inmobiliaria NAI Sarrà indican que el formato de subarrendamiento de oficinas, si bien en un principio fue pensado para empresas del rubro tecnológico o de servicios, hoy se han ampliado a emprendedores y empresas extranjeras que están iniciando sus actividades en Chile, debido a los beneficios que ofrecen estos espacios colaborativos a quienes están comenzando con sus negocios.
Los co-work además ser una oportunidad para conocer a otros emprendedores y sumar fuerzas para cada emprendimiento, no requieren de una inversión inicial, sino que se aprovechan los servicios comunes tales como recepcionista, teléfono, internet, impresoras, salas de reuniones, cafetería, etc., y al ser un espacio colaborativo estos gastos se comparten, siendo una excelente alternativa para aquellos que están comenzando su negocio.
Jaime Sarrà, Gerente General de la Asesora Inmobiliaria NAI Sarrà, señala que este formato ha tenido un boom principalmente por el crecimiento que han tenido los jóvenes emprendedores en nuestro país. “Según las últimas cifras entregadas por el INE, los emprendedores en nuestro país alcanzan a 1.730.000, concentrándose el 35% de ellos en la capital, lo que ha exigido nuevos espacios de trabajo”, aseguró Sarrà.
En ese sentido, la asesora inmobiliaria agrega que, “los espacios de Co-work nacen a fines del 2011 por la necesidad de los emprendedores de contar con un espacio físico que facilitara el desarrollo de los proyectos, generando una comunidad que permitiera intercambiar conocimientos, ideas, y colaboración entre sí. Son lugares que no requieran de gran infraestructura. En la actualidad, este formato inicial también ha dado un vuelco, generando espacios para otro tipo de negocios”.
Los recintos que se han transformado en Co-work son diversos, desde casas, espacios que se habilitan especialmente para estos fines, hasta sectores de un inmueble que se transforman para el subarriendo. Un ejemplo actual, es el nuevo modelo de sucursal del Banco Santander que ha aprovechado este modelo de negocios para crear un espacio colaborativo de trabajo ofreciendo áreas abiertas a todo público para reuniones, cafetería y wifi gratis”, sostuvo Jaime.
Desde la asesora, agregan que, los espacios colaborativos, además de reducir los costos fijos en cerca de un 25% para quienes hacen uso de estas dependencias, generan impacto en las zonas o barrios donde se ubican, pues, en algunos casos se han recuperado edificios o incluso fábricas que estaban en desuso o abandonadas.
En NAI Sarrà aseveran que la tendencia de este modelo llegó para quedarse “se triplicará la cantidad de metros cuadrados de co-working en Chile en los próximos 12 meses, alcanzando los 64.000m²” afirma Jaime Sarrà.
El subarrendamiento en Chile, está normado bajo Código Civil, en el que establece que todo inmueble se puede subarrendar en la medida en que se cuente con la autorización expresa del arrendador. Esta autorización podrá estar contenida anticipadamente en el contrato de arriendo o bien solicitarse de manera posterior. En caso de que se acepte, el contrato de subarriendo en ningún caso podrá tener un plazo mayor al contrato de arriendo.