Para el año 2020 se estima que 3 de cada 4 ofertas laborales tendrán como requisito dominar el idioma inglés -según datos del sitio trabajando.com, bolsa de empleo reconocida con más de 17 años de trayectoria- una cifra preocupante para el 80% de los jóvenes trabajadores, de entre 25 a 35 años, quienes presentan un alto déficit en el idioma.
Esta situación llamó la atención de Courtney Yarsley, profesora estadounidense y licenciada en economía, quien en 2006 enseñaba inglés en Chile a niños de escasos recursos por medio de la ONG Worldteach. “En la gente que fui conociendo y los niños a los que enseñaba vi la oportunidad de colaborar con ellos a que aprendieran inglés. Pero yo quería ir más allá”, afirma.
Desde ese primer encuentro con nuestro país, pasarían 8 años para que Yarsley fundara Beyond English, empresa que imparte clases de inglés a particulares, personas vinculadas al mundo empresarial y a niños de colegios vulnerables. ¿La clave? Por cada persona que contrata un curso de inglés, se beneficia con un curso a un niño de escasos recursos.
Ganadora del premio “Best for the world” año 2016, entidad que premia a las mejores empresas B del mundo, Beyond English infunde en sus alumnos la creatividad y el pensamiento crítico por medio de clases que rompen con el modelo tradicional de aprendizaje. “Al tratar de hablar inglés los errores no importan, de hecho, los celebramos porque a través de ellos tenemos la oportunidad de refinar el uso del idioma”, dice Courtney, al describir una de las características de las clases, donde la idea es “disolver la barrera de la vergüenza al comunicarse”, detalla.
Courtney admite que aquella barrera es la que más le cuesta a la gente superar y todavía ve en los alumnos el miedo a equivocarse. “El no poder expresarse de la manera que uno quiere es una sensación terrible. Por eso contamos con profesores angloparlantes que mediante el método Growth Mindself (crecimiento mental) permiten a los alumnos superar los miedos al comunicarse en otra lengua”, comenta. No obstante, cree que aún no es suficiente y próximamente lanzaran la iniciativa grupal B-Groups, donde conocidos, amigos o familiares podrán aprender inglés en conjunto. “Si dos personas o más tienen el mismo nivel de inglés o parecido, podrán aprender en grupo. Esto propiciará la autoconfianza de cada uno de ellos y tendrá un costo económico menor”, asegura.
“Beyond” clases particulares
La palabra beyond -“más allá” en inglés- daba vueltas en la cabeza de Courtney Yarsley desde su experiencia en 2006 en Chile y para ella, aquella palabra, tenía una connotación diferente, ya que quería encontrar la forma de concretarla en un emprendimiento propio que la beneficiara a ella e impactara positivamente en la sociedad. “Estaba haciendo clases en la Universidad Diego Portales y clases particulares, pero me di cuenta que no me daba el tiempo. Salía temprano de la casa y llegaba tarde en la noche todos los días”, dice.
Y para lograr aunar las clases y el impacto social, se le ocurrió incluir a sus amigos extranjeros, mayormente estadounidenses profesionales, que estaban en Chile estudiando o solamente enseñando inglés. “Cuando me juntaba con amigos u otros extranjeros me di cuenta que siempre estaban esperando hacer algo más, que estaban aburridos de hacer clases sólo por ganar plata. Vi en ellos la motivación de ayudar”, afirma.
En ese momento, se le ocurrió contactar a la familia con la que había vivido en 2006 para ver la oportunidad de hacer clases en un colegio de Puente Alto. “Viví con una familia de mientras trabajaba con Worldteach, que me ayudó a ver la raíz del problema. Esa familia me contactó con un colegio de la comuna y junto a otros profesores comenzamos a hacer talleres gratis de inglés a los niños”, comenta.
Hoy en día Beyond English imparte talleres en escuelas de Puente Alto, Lo Prado y Lo Espejo, todas con un índice superior al 70% de vulnerabilidad. Tienen 20 profesores internacionacionales que enseñan a niños desde pre kinder a séptimo básico con métodos parecidos a los de las clases particulares, y que, además, incluyen yoga y juegos alternativos para potenciar la creatividad de los menores. “Siempre hay una forma de hacer las cosas diferentes y que generen mejores resultados. La idea es pensar fuera de la caja”, resume Courtney.
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