Con el objetivo de buscar soluciones tecnológicas que impacten de manera rápida, creativa y eficaz en los procesos de la empresa, Aguas Andinas y Club de Innovación organizaron el concurso de innovación abierta titulado “Colaborathon”, convocando a 7 prestigiosos Centros de I+D en Chile.
Los desafíos abordardos por los participantes se enfocaron en fortalecer la experiencia del cliente, trabajando con nuevas tecnologías que permitan optimizar la lectura del consumo mensual, y en ser una empresa cero residuos que, además, produzca la energía que consume como parte de su estrategia de economía circular fijada con meta para el año 2022.
La instancia contó con un importante trabajo colaborativo entre el sector público y privado, donde el área de Innovación del Ministerio de Economía fue la encargada de convocar a sus centros de I+D, hito que la subsecretaria Natalia Piergentili valoró comentando que “en esta nueva gobernanza las empresas no podrán seguir desarrollándose solas. Nuestro rol será el ser un facilitador que posibilite y siga confiando en que esta es la forma de hacer las cosas y de responder a los nuevos desafíos”.
Para alcanzar los objetivos, los centros participaron en talleres de exploración, ideación, co-creación y armado de prototipos de concepto, realizados por el académico Javier Traslaviña. Asimismo, la actividad ahondó en el desarrollo de un aprendizaje a corto plazo, los equipos multidisciplinarios y el trabajo colaborativo, donde el Club de Innovación valoró la actividad como una instancia para que los centros de investigación y la empresa conversen y conecten.
Víctor Salazar, Gerente de Innovación en Aguas Andinas, expresó que “para crear cosas nuevas y disruptivas debe ser abriéndonos a colaborar, apostando por la innovación abierta y aprovechando las capacidades disponibles en el ecosistema como también integrando a los nuevos talentos”. Su opinión fue respaldada por el Gerente General, Narcís Berberana, quien agregó “sólo entendemos el futuro si es co-inspirado y co-creado”.
La presentación del elevator pitch se realizó ante un jurado compuesto por Aguas Andinas, Ministerio de Economía, Corfo y Club de Innovación, quienes declararon a Inria Chile como ganadores para el desafío de optimización de las lecturas de consumo de agua, y Centro de Bioinformática y Biología Integrativa (CBIB) de la Universidad Andrés Bello para el desafío de residuos. Cada grupo se adjudicó la suma de $3.000.000 y la posibilidad de llevar a cabo su proyecto de I+D+i junto a la empresa.
Los ganadores de Inria Chile, Stefano Fenzo y Cristian Paris, especificaron que el enfoque centrado en el usuario y las observaciones realizadas en terreno resultaron ser un elemento clave para la solución presentada la cual se basó en dispositivos RFID, de transmisión remota de datos, los cuales se instalarían sobre los medidores ya existentes.
Por su parte, el Dr. Danilo González-Nilo, director de CBIB, valoró la oportunidad como una instancia que ayuda a los más jóvenes a abrir la mente, detallando que para la propuesta que busca la reducción de residuos, se inspiraron en la aplicación de una tecnología biomimética tipo plaquetas que permite la autoreparación de cañerías y tuberías.
Un proyecto que “podría tener un impacto tremendo en distintas áreas como el traslado de gas y petróleo, o en la aeronáutica donde uno potencialmente podría generar un sistema de autoreparación no permanente pero que podría resultar ser vital”, puntualizó.
Finalmente los centros que participaron fueron AC3E, CCTVal, Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile, Centro de Tecnología para la Minería, Núcleo de Biotecnología Curauma (NBC) de la Universidad Católica de Valparaíso, más los ganadores Inria Chile y CCIB Unab.