El Día del Trabajo se celebró como todos los años y las noticias se centraron en la celebración de este acontecimiento y en los anuncios sobre la importancia de mejorar las condiciones y las relaciones laborales.
El Estado debe ser garante que los trabajadores tengan las condiciones necesarias para desempeñarse y desarrollarse profesionalmente de manera adecuada, pero no debería ser el único preocupado. El trabajador es el principal stakeholder de una compañía, una empresa sin personas no existe.
Gracias a Dios son muchas las empresas que lo saben. En el sector minero, hay recomendaciones de especialistas y consultoras para que el sector reconozca que la productividad debe estar asociada a la sustentabilidad y a la preocupación por las personas.
Pensar en un negocio sostenible seria preocuparse exclusivamente por la rentabilidad. ¿Es suficiente? ¡No! También hay que preocuparse de que sea sustentable para los stakeholders, especialmente los trabajadores. Y en ese sentido, no se debe dejar de tomar y profundizar medidas en torno a la salud y seguridad de los empleados. Esto es clave en una industria como la minera que aún representa más del 50% de nuestras exportaciones y en donde, por ejemplo, los trabajadores podrían presentar problemas respiratorios como la silicosis por la presencia de polvo en suspensión, que además puede ser causal de accidentes por poca visibilidad.
