Durante mucho tiempo se criticó a las ERNC por no ser confiables en la entrega de energía constante, pero esto ha cambiado. Las ERNC han experimentado un gran avance en la última década, reduciendo los costos hasta el punto de que las fuentes eólicas y solares han llegado a ser más baratas que los combustibles fósiles, obligando a los sistemas eléctricos a adaptarse. Al mismo tiempo, las empresas de energías renovables están utilizando nuevas tecnologías para comenzar a ofrecer un suministro ininterrumpido.
La política climática global y las nuevas normas sobre emisiones están impulsando la salida de los combustibles fósiles como fuente de energía de muchos mercados. Pero, a pesar de esto, su legado continúa debido a la poca flexibilidad de los actuales sistemas eléctricos, que fueron diseñados para la era del carbón. La buena noticia es que las generadoras de ERNC también se están adaptando. Los rápidos avances en el almacenamiento y la gestión de la demanda, así como las tecnologías de pronóstico y generación, le están permitiendo a estas compañías asumir la responsabilidad de inyectar energía constante, incluso en los actuales sistemas.
En Chile, las generadoras están obligadas a compensar cualquier déficit mediante la compra en el mercado spot, exponiéndolas a un riesgo de precio considerable. Aun así, esto no ha impedido que varias empresas de energía eólica y solar ganen la mayor parte de los contratos en las licitaciones eléctricas, como el caso de Mainstream, que se adjudicó siete contratos en la última subasta, lo que significa la construcción de nuevas plantas eólicas con una capacidad combinada de casi 1 GW.
Mainstream es capaz de entregar energía constante las 24 horas, principalmente por dos factores. En primer lugar, la innovación y la tecnología han permitido generar datos de medición eólica exactos. Gracias a esto se han podido ofertar precios competitivos y crear un modelo preciso sobre cuánta energía la empresa sería capaz de entregar y cuánta tendría que comprar en el mercado spot. A esto se suma la mejora en sensores y análisis de datos, materiales más baratos y ligeros, y aspas más grandes.
El segundo factor es la escala. La oferta renovable funciona mejor cuando se beneficia de la diversidad geográfica. En el caso de Mainstream, cada uno de los siete proyectos adjudicados tiene un perfil eólico diferente y producen energía en distintos horarios del día. Esto permite combinar la producción de los proyectos y reducir la necesidad de comprar en el mercado spot.
En el futuro próximo, también podríamos sumar el desarrollo del almacenamiento de energía a gran escala, ya sea utilizando baterías, energía térmica, gravedad u otras tecnologías, lo que hará que los precios continúen bajando para los consumidores, que los proyectos renovables sean aún más atractivos económicamente y se reduzca la huella de carbono.