En la instancia, expertos reflexionaron sobre políticas locales y globales para mitigar las emisiones de este residuo, de manera más eficaz.
El Ministerio del Medio Ambiente (MMA) junto al Instituto de Estudios Avanzados de Sostenibilidad (IASS), la Coalición de Clima y Aire Limpio (CCAC) y los Gobiernos de Canadá y México, expusieron sobre los impactos de las partículas de carbono negro sobre el clima, la contaminación local y la salud. Se trata del segundo mayor contaminante atmosférico tras el dióxido de carbono (CO2).
La reducción de las emisiones de este residuo, trae recompensas tanto por la calidad del aire como por la protección del clima. Gracias a este doble papel, el carbono negro, también conocido como hollín, ha sido objeto de una atención creciente: ¿Cómo pueden las políticas locales y globales mitigar las emisiones de manera eficaz?
En torno a esta pregunta, el 15 de mayo en Bonn, Alemania, se reflexionó en la reunión preparatoria de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima.
Frente a ello, el representante del MMA de la División de Cambio Climático, Felipe Osses, dio énfasis en la Contribución Nacional Determinada de Chile (NDC), la que incluye acciones para mitigar los CCVC a través de instrumentos relacionados con el clima y con regulaciones locales para enfrentar los impactos de la contaminación. Destacó las medidas de mitigación contenidas en el “Plan de Acción Nacional para el Cambio Climático 2017-2022”, las cuales incluyen: el Programa Clima, Aire Limpio y Fortalecimiento de Capacidades, una evaluación del potencial de reducción de carbono negro y CO2 a través de Green Freigth, la integración de los inventarios de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y CCVC, a su vez la estrategia de los Planes de Descontaminación atmosférica y una política para escalar en la sustitución de hidrofluorocarbonos.
Por su parte, Mark Lawrence de IASS, señaló que las partículas de carbono negro corresponden al segundo agente de calentamiento más importante en la atmósfera, destacó las razones climáticas y de salud para mitigar sus emisiones, como un contaminante climático de vida corta (CCVC). Hizo hincapié además, en que “la acción rápida para mitigar los CCVC corresponde a reducir el calentamiento global en el corto plazo, contribuir a la meta de 2°C por encima de los niveles preindustriales reducir la necesidad de adaptación al clima y mientras que ahorras vidas, esto mejora la salud y la productividad”, recalcó.
Catherine Stewart, de Canadá, subrayó el papel importante que juegan las acciones de mitigación de los CCVC para lograr el cumplimiento de los objetivos de temperatura a largo plazo. Destacó los esfuerzos de Canadá incluidos en la “Estrategia de desarrollo a mediano y largo plazo de bajo nivel de contaminantes climáticos” que se desarrolla en la agenda de Crecimiento Limpio y el Cambio Climático junto a la aplicación de regulaciones para la contaminación atmosférica. Stewart indicó que “Canadá se enfrenta a un desafío particular en la reducción de la dependencia del diesel para la electricidad y la calefacción en las comunidades septentrionales, remotas e indígenas”, dijo en la instancia.