Con esta iniciativa, P&G trae a la vida su compromiso con la Primera Infancia en América Latina. El programa busca contribuir al desarrollo físico, socioemocional y cognitivo de niños latinoamericanos en situación de vulnerabilidad o riesgo social
Procter & Gamble (P&G) anunció junto a United Way, la nueva etapa de su trabajo a favor de la Primera Infancia en América Latina, ahora en el área de salud e higiene mediante el modelo Nacer Aprendiendo: Ambientes Saludables. El módulo tiene como objetivo asegurar que niñas y niños en jardines infantiles alternativos de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) crezcan en ambientes saludables y seguros.
Se busca promover hábitos de autocuidado y que conecten a padres de familia con servicios de nutrición y prevención en salud, al entender que esta no es solo la presencia o ausencia de una enfermedad, si no que engloba una serie de factores que pueden influir y determinar el desarrollo integral de un niño.
El programa apunta a tres áreas como lo son Autonomía (Seguridad emocional y Adquisición de prácticas saludables), Mediación (Participación familiar, y otros actores de promoción y Atención de la salud para las niñas y los niños) y Habilidades Comunicacionales (Capacidad para acompañar a las niñas y niños en la adquisición de prácticas de salud reflexiva.
La iniciativa espera impactar a 23 jardines alternativos de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) en la Región Metropolitana, llegar a 616 niños y 600 familias, en alianza con Corporación Moviliza y JUNJI.
Para Enrique Garcia, Gerente General de P&G Chile, “creemos en el valor de la inversión que hacemos para el desarrollo integral de los niños durante sus primeros seis años de vida. Esto porque, lo que ellos aprenden hasta esta edad establece una base fundamental para todo el aprendizaje que van a recibir en el futuro”.
En los primeros seis años de vida, se desarrolla el 85% del cerebro y se determina la capacidad de los niños para aprender, relacionarse y alcanzar su potencial. En América Latina, 45% de los niños viven con alguna privación importante para su desarrollo, como la falta de agua potable. Casi 8 millones sufren de desnutrición crónica. Muchos sufren castigos corporales severos. La mayoría, a los 4 y 5 años, van a un jardín infantil, pero interactúan con maestras no suficientemente preparadas, en entornos que muchas veces no favorecen el aprendizaje.
“Contar con la colaboración de una compañía tan importante como P&G nos permite ayudar a más niños que viven en sectores vulnerables en la etapa que más lo necesitan, la primera infancia” dijo la gerente general de United Way Chile, Alejandra Fuenzalida destacando la labor que ha realizado P&G durante estos años.
En los últimos 3 años, P&G ha contribuido a mejorar la atención integral de cerca de 100.000 niños y niñas en 11 países de América Latina (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Venezuela y Perú). A través de alianzas con entidades de gobierno, ONGs y miles de voluntarios que son convocados y coordinados por las organizaciones socias de United Way en la región, ayudó en el fortalecimiento de cerca de 1.400 centros de enseñanza y cuido, en la capacitación de 5.000 educadores, así como en la concientización de más de 15.000 padres y cuidadores sobre la importancia de los estímulos en la Primera Infancia.
P&G invierte en la Primera Infancia en América Latina, con el propósito de garantizar que los niños y niñas de la región desarrollen integralmente su potencial para que tengan un futuro brillante. “Lo que más nos motiva es hacer la diferencia en el día a día de las familias, por eso creemos que esta iniciativa tiene el poder de transformar el día de los pequeños latinoamericanos en #UnMejorDía”, añadió Enrique Garcia.
Gracias al aporte de empresas como P&G y sus empleados, United Way invierte más de 3 millones de dólares al año en la Primera Infancia de América Latina. Hasta 2017, 160 jardines infantiles y más de 16.000 niños y niñas en situación de pobreza de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Panamá y Perú se habrán beneficiado de este modelo de fortalecimiento que promueve y dinamiza el centro infantil como un ambiente promotor de la salud y el bienestar de niños y niñas.