Durante esta semana, en diversos países del mundo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Es significativa la modificación a la cual se vio obligada la RAE, que hará en diciembre, a raíz de una iniciativa ciudadana canalizada a través de change.org, de las definiciones de “sexo débil” y “sexo fuerte” reclamando este acendrado prejuicio.
La globalización y los distintos avances en el mundo, han generado una explosión en lo que se refiere al empoderamiento de las mujeres. El acceso ilimitado a información, la educación e innovación en la cual se ha involucrado la mujer, en una etapa histórica sin precedentes, ha movilizado a que distintas mujeres del mundo reclamen sus derechos y luchen por eliminar las inequidades que todavía existen.
Estando conscientes de los avances que se han logrado, cabe ser enfáticos en afirmar que aún estamos lejos de llegar a una igualdad real en el mundo. En algunos países, aún hay mujeres que se ven afectadas por prácticas discriminatorias y desigualdades en distintos ámbitos, las que es necesario erradicar de raíz.
Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres afirmó que se debe construir un mundo de trabajo distinto para las mujeres, teniendo la posibilidad de acceder a una amplia variedad de carreras, alentándolas a realizar elecciones que las lleven más allá de las opciones tradicionales disponibles.
Es importante realizar una profunda reflexión sobre el verdadero significado de esta fecha, haciendo un llamado a avanzar, crecer y progresar, para que, como sociedad, se integre a la mujer en la equidad e igualdad de oportunidades.