En el mundo hay muchos casos exitosos de manejo forestal responsable de bosques naturales. Países como Canadá, Estados Unidos, Suecia, Austria, Alemania, Francia y Finlandia, por mencionar algunos, cuentan con incentivos y políticas claras al respecto, lo que les ha generado por décadas beneficios ambientales, sociales y económicos. Hay que considerar que estos países poseen un sector forestal amplio, diverso y pujante, el cual está basado principalmente en el manejo de sus bosques naturales, y no en plantaciones forestales como ocurre en Chile.
De esta manera, en estos países gracias al manejo forestal sustentable se han creado industrias, empleo y, lo más importante, se están protegiendo los bosques y garantizando que futuras generaciones puedan disfrutar de ecosistemas ricos en biodiversidad.
Múltiples beneficios
Los bosques de nuestro país cubren una superficie de 17,3 millones de hectáreas, lo que representa el 22,9% de la superficie del territorio nacional. De eso, aproximadamente 14,18 millones de hectáreas, (18.7% del territorio nacional) son bosques nativos y 2,96 millones de hectáreas, corresponden a plantaciones forestales. De las 14,18 millones de hectáreas de bosque nativo se estima que hay del orden de 4 millones de hectáreas con potencial para realizar un manejo sustentable, lo que produciría impactos ambientales positivos en el suelo, agua y clima.
Pero el manejo forestal de esta superficie también tendría un potencial importante de beneficios económicos y sociales. Esto lo aprecian y reconocen muy bien todas las comunidades que viven de la actividad forestal en los países mencionados anteriormente y esto lo hemos podido comprobar en Ignisterra, empresa que en Tierra del Fuego maneja en forma sustentable más de 10 mil hectáreas de bosques de Lenga (Nothofagus pumilio) -especie nativa que crece exclusivamente en el sur de Chile y Argentina- con estricto respeto al medio ambiente y apego a criterios de sustentabilidad.
Fuimos la primera empresa forestal chilena que certificó el manejo de sus bosques y procesos productivos de madera nativa con el sello Forest Stewardship Council, que promueve el manejo forestal responsable en todo el mundo. Gracias a esto, hemos podido exportar madera aserrada, puertas, pisos, revestimientos y diversos productos madereros de lenga con valor agregado a diversos países del mundo, promoviendo, de paso, la marca “Chile” en mercados altamente exigentes.
Generamos aproximadamente 100 empleos y somos un polo de desarrollo productivo en el extremo austral de Chile, donde están ubicados nuestros bosques y aserradero, y aproximadamente 170 empleos en nuestra planta de remanufactura ubicada en la región de Valparaíso. Entretanto, nuestros bosques crecen sanos y vigorosos, porque los estamos interviniendo con criterios de sustentabilidad, privilegiando la regeneración natural de los árboles de Lenga.
Como se advierte, los beneficios son múltiples. Pero para alcanzar el manejo de estos 4 millones de hectáreas se requiere de mejores incentivos que los generados en la ley de bosque nativo y para esto hace falta atreverse a mirar al bosque nativo con otra perspectiva, ya que es un recurso renovable, que tiene mucho que aportar al desarrollo del país.