La construcción sustentable implica un cambio cultural relevante a través de toda la cadena de valor, partiendo por el inversionista o mandante hasta el cliente final, pasando por arquitectos, constructores, proveedores y todos los colaboradores, sin dejar de lado la parte de regulación y políticas públicas.
Innovar, según la Real Academia Española (RAE), es “Mudar o alterar algo, introduciendo novedades” y claramente la construcción sustentable hoy implica introducir novedades o alterar la manera como por años hemos desarrollado nuestras construcciones. Aspectos clave como la eficiencia energética, iluminación, calidad del ambiente interior, consumo de agua o confort acústico, se han mantenido sin grandes cambios a través de décadas, pero si nos comparamos con los grandes cambios de otras industrias y vemos algunos casos de lo que es posible lograr hoy a través del diseño, materiales o nuevas tecnologías, es evidente que el gran paso hacia la construcción sustentable debe ser a través de la innovación.
En Chile, el nivel es aún incipiente. Hay mucho interés y curiosidad, lo que es bueno pues potencia y acelera los cambios, pero estamos recién comenzando y queda todo por hacer si nos comparamos con países nórdicos y desarrollados.
La conciencia de las nuevas generaciones respecto a la necesidad del cuidado del planeta y el medioambiente, sumado a la evidencia de que el sector construcción e inmobiliario consume casi un 30% en nuestro país y hasta el 40% en países nórdicos, hacen urgente adoptar cambios en el sector. Conocimiento y nuevas prácticas hacen posible que hoy se pueda reducir de manera dramática el consumo energético, por lo que es una tremenda oportunidad para el sector inmobiliario y construcción en nuestro país. Existen proyectos que han logrado reducir el consumo energético entre un 30 y 60% sin necesariamente encarecer los costos de construcción, y si lo anterior lo aplicamos a la vida útil de un edificio, los beneficios, tanto económicos como relacionados a la huella de carbono, son enormes.
En este contexto, es valioso destacar la Certificación Edificio Sustentable (CES), un sistema que permite evaluar, calificar y certificar los comportamientos ambientales de edificios de uso público en Chile, tanto nuevos como existentes, sin diferenciar administración o propiedad pública o privada.
CES, tal como LEED que comenzó a difundirse y a aplicarse en Estados Unidos, primero se desarrolló a través del sector público. Hoy, en Chile, la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas lo está haciendo exigible en una gran cantidad de proyectos y, a su vez, en el sector privado, sin ser el sistema de carácter obligatorio, empresas o mandantes han comenzado a aplicarlo en proyectos entre los que se encuentran oficinas, colegios, hoteles, retail, etc.
Existen a la fecha varios ejemplos destacables, algunos de los cuales cuentan con la certificación que comenzó a ser aplicada hace dos años, pero muchos otros anteriores que muestran cifras alentadoras respecto a lo que es posible lograr en aspectos de sustentabilidad. Escuela CES
Es necesario educar e informar a toda la población mostrando casos con cifras y datos concretos, para lo cual debemos comenzar a medir y tomar conciencia de nuestro consumo energético proyecto a proyecto, así como también de manera agregada.
La construcción sustentable llegó para quedarse en las nuevas edificaciones, pero es necesario ver formas o incentivos para comenzar a aplicarla en toda la edificación ya existente. Queda mucho por avanzar y una manera eficiente de hacerlo es mirar la experiencia de países que llevan años en esto donde Dinamarca, Alemania o, en general, los países nórdicos, son un muy buen ejemplo.