Hace pocos días fuimos nuevamente testigos del comienzo del año escolar en nuestro país. Miles de niños ingresaron de la mano de sus padres a sus respectivos centros educacionales para dar inicio a lo que marcará una importante etapa en sus vidas. Lamentablemente, sabemos que no todos cuentan con las mismas oportunidades.
Los expertos en este tema aseguran que la mayoría de los niños entre dos y cinco años que están iniciando sus estudios, corresponden a un grupo de menores pertenecientes a familias con más recursos. Según el informe “Education at a Glance” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el año pasado en Chile sólo un 44% de los niños de tres años asistió a un recinto educacional, lo que ubica a nuestro país en el lugar número 28 de un total de 34 naciones. Además, está lejos del promedio internacional que es de un 70%, de acuerdo al mismo organismo.
Esta realidad influenciará a nuestros niños a lo largo de toda su etapa educacional, los que tuvieron más posibilidades tendrán un mejor desempeño y eso marcará no sólo su futuro sino que también el de nuestro país.
La educación preescolar potencia a los niños como seres proactivos, lúdicos, autónomos y en constante evolución de su aprendizaje, características fundamentales para participar en la construcción de un país innovador.
El Índice Mundial de Innovación 2016 lanzado en agosto pasado, ubicó a Chile como la economía más innovadora de América Latina. Sin duda son buenas noticias y demuestran que se ha ido avanzando en este ámbito, pero todavía queda mucho por crecer.
En los próximos 20 años, el ser un país innovador va a marcar notoriamente la diferencia entre ser una nación desarrollada o una en vías de serlo. Pero no podremos lograrlo si no tenemos innovación en todos los ámbitos, sobre todo en la educación.
Un país que se destaca por su calidad en la enseñanza y las innovaciones que realiza es Finlandia. Prueba de esto son los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos, PISA, difundidos en diciembre de 2016, que situaron a esta nación como la quinta a nivel mundial. Este país es reconocido por desarrollar algunas claves del éxito en el área educacional. Por ejemplo este sistema promueve un medio ambiente cálido y acogedor, una evaluación motivadora y procura tener las condiciones materiales óptimas.
Trabajar en la innovación de la educación inicial es una gran oportunidad para nuestro país. Incluirla en cada ámbito de ella no sólo nos permitirá alcanzar mejores lugares en los rankings, sino también permitirá avanzar hacia el desarrollo.
Nuestro país tiene un gran desafío. Nos corresponde a todos, desde nuestra posición, participar de la creación de un marco político, privado y social que ponga en el centro de la agenda un conjunto de medidas y prácticas que permitan nivelar la cancha, entregar oportunidades a todos nuestros niños y ofrecer ambientes innovadores para que ellos puedan desarrollarse y contribuir al crecimiento.