Este hotel propone a turistas chilenos y extranjeros vivir una experiencia única en contacto con la naturaleza.
El punto de partida para un verano inolvidable recorriendo la mística zona de Tierra del Fuego es el Parador Russfin (www.paradorrussfin.cl/), un hotel que durante todo el año recibe a turistas de Chile y de todo el mundo con una propuesta diferente.
Sencillo, acogedor y pequeño –cuenta solo con seis habitaciones–es un buen refugio para todos quienes quieren descubrir Tierra del Fuego. El hotel forma parte de las acomodaciones que sirven para los trabajadores del aserradero y de las faenas forestales de Forestal Russfin y sus habitaciones fueron acondicionadas a partir de las instalaciones del mismo campamento.
“Para muchos puede ser una experiencia única alojarse en el campamento de una actividad forestal”, comenta Rodolfo Tirado, gerente general de Ignisterra, empresa que posee y administra el Hotel Parador Russfin.
Ubicación privilegiada
El Parador se encuentra en la comuna de Timaukel, en el centro de la isla de Tierra del Fuego, una ubicación de privilegio para acceder a las zonas de mayor interés, como ríos, bosques, humedales y paisajes únicos.
“Desde el Parador, se puede recorrer la isla y tener un contacto íntimo con la naturaleza en una mágica zona del país”, indica Tirado.
Además, está la opción de visitar atractivos turísticos como los pingüinos Rey, el parque Karukinka, el camino de penetración al sur de la isla o simplemente de recrear la vista gozando de la belleza de sus innumerables paisajes naturales.
Los servicios incluyen desayuno, almuerzo y cena. Además, se provee a los huéspedes de servicios básicos no siempre disponibles en zonas tan apartadas, como combustible, taller mecánico y servicios de teléfono e Internet.
Experiencia única
En cuanto a actividades recreativas, Parador Russfin ofrece las Visitas Forestales, que invitan a recorrer los bosques de Lenga que Ignisterra posee en la zona. En ellas, es posible conocer cómo opera el sistema de manejo forestal sustentable que realiza la empresa en sus bosques nativos de Lenga (NothofagusPumilio) que están certificados FSC® (Forest Stewardship Council), cuya madera se utiliza para elaborar finos productos para usar en la arquitectura, construcción y diseño.
También es posible conocer desde dentro el moderno complejo industrial Russfin, donde la empresa procesa la madera. “Este se distingue por ser energéticamente autosustentable, generando su propia energía a partir de la biomasa y desechos forestales que generan sus procesos productivos”, explica Rodolfo Tirado.
Conocer un complejo industrial de este tipo y el trabajo que se realiza en el bosque junto con quienes lo realizan, es una experiencia única y atractiva que a nadie deja indiferente.