El compostaje es un proceso mediante el cual se descompone la materia orgánica para usarla como tierra fértil en otros cultivos. En grandes cantidades, este proceso puede tardar de 5 a 8 meses. La alternativa que propone Urbanatika disminuiría este tiempo a menos de una semana, permitiendo masificar las prácticas de reutilización y reciclaje y crear una comunidad en torno a la cultura verde.
La tendencia AgroUrbana, que cada vez tiene más adherentes en las grandes urbes, se abre paso en Chile y se manifiesta en el cambio del comportamiento de los ciudadanos y la implementación de políticas públicas, de la mano con la tecnología. Hoy lo hace con la reducción significativa de los tiempos de compostaje. Estamos hablando de un proceso que normalmente tarda unos 5 meses en transformar desechos orgánicos en tierra fértil. La compostera automatizada desarrollada por URBANATIKA logra acelerar este proceso para que en un periodo de 3 a 5 días ya se pueda utilizar la materia como fertilizante para otro cultivos.
“Lo nuestro es un proceso de producción agrícola para la ciudad inteligente, un proyecto de economía circular, donde nada es residual. Y tiene dos procesos: el internet de los huertos y compostaje inteligente”, explica Diego Elorza, ingeniero en automatización y control industrial, quien junto a Carolina Callpá fundó URBANATIKA.
Por un lado, está la creación y construcción de un módulo que realiza el compostaje de los residuos con más rapidez y eficiencia. Eso ocurre porque el producto crea las condiciones ideales para potenciar el proceso, controlando temperatura, PH y humedad. A la vez, desarrollan una aplicación web que permite controlar estos factores, el “internet de los biodigestores”, que también permitirá que las personas se conecten con el proceso de compostaje y con la co-creación de áreas verdes y huertos urbanos.
Buscan generar una transformación cultural en la reutilización de residuos orgánicos para eventualmente producir beneficios como eco-techos productivos, fomentar la participación comunitaria activa, la alimentación saludable, educación ambiental, producción sustentable, aumento de áreas verdes, y fertilizante orgánico.
El desafío ahora está en probar a las municipalidades que ya cuentan con compostaje que esto funciona. Diego es ingeniero y Carolina administradora pública. De negocios, poco y nada sabían, y para desarrollar un modelo de negocio contaron con la mentoría de Ángeles Undurraga de Mentores por Chile. “Yo me manejo con las máquinas. Me tocó aprender de todo este año. Ella colaboró con eso”, cuenta Diego. Pudieron mejorar su modelo de negocios, así como pivotear y revisar los convenios que tenían en mente. “Me ayudó muchísimo a crecer en el proyecto y a pasar de una idea a un modelo de negocio. Al ser ingeniera comercial, Ángeles aportó en demasía a nuestro proyecto, porque pudimos así dar inicio a la industria AgroUrbana”.
Diego Elorza y Carolina Callpá se conocieron en Colombia en el programa de IFFAmérica “Jóvenes protagonistas de cambio social”, donde surgió la idea de generar un cambio ambiental que mejorara las condiciones de vida para las personas. Al volver a Chile, detectaron una necesidad de mejora en el trato de los residuos orgánicos de las ferias libres, que hoy suman más de 70.000 toneladas de material desechado al año que provoca un fuerte impacto medioambiental negativo.
Unificando tecnología, automatización y vocación social se propusieron crear un proyecto sustentable que reutilizara la basura orgánica, generando espacios participativos de producción de alimentos orgánicos a través del compostaje.
Ganaron el Desafío Smart City 2016 de INACAP, que llevó a Diego Elorza y Gonzalo Quiroga, nuevo Gerente de Proyectos, a Medellín. Están en la ciudad colombiana, reconocida como una de las más innovadoras del mundo, donde podrán compartir y conocer las experiencias de otros emprendedores y organizaciones.