Chile recientemente ha sido sacudido por terremotos, tsunamis, aluviones y, actualmente, incendios forestales. Siempre se ha destacado el ímpetu de la población por ayudar a los compatriotas que se ven afectados por éste tipo de desastres. Distintas organizaciones, rostros célebres y grupo de personas anónimas han ejecutado acciones para ir en ayuda.
Desde la sociedad civil la organización del trabajo es clave para evitar saturación y coordinar las acciones de ayuda que van desde controlar y apagar el fuego, prestar ayuda a animales domésticos y especies nativas y ayudar a las personas afectadas. Benito Baranda, director de Fundación de la pobreza destaca “la experiencia por las catástrofes que hemos vivido ha hecho que la sociedad civil se organice de mejor manera y pueda localizar mejor la ayuda que entrega”.
La iniciativa espontánea de la población en ocasiones complejiza la labor de ayudar. Por esto Valentina Fisher, líder de voluntariado de Desafío Levantemos Chile aclara “Siempre hacemos un llamado a que sea organizado para que sea una ayuda y no un estorbo”. En ésta linea, Benito Baranda destaca “hay que ir educando a la población”, con el fin de no generar tensión en la acción de ayudar.
Frente a la situación de emergencia, la organización instantánea y elaboración de plan a futuro son tareas la sociedad civil, el Estado y otros actores deben desarrollar sobre la marcha. Ante esto, Baranda es claro al manifestar que “ante la emergencia tenemos que actuar, no discutir qué es lo mejor o peor”.
Las líneas de acción próximas están en el desafío de reconstrucción de viviendas y servicios para que la población afectada pueda volver a la normalidad lo antes posible. Baranda, indica que “después de emergencia viene el períododo de rehabilitación de los lugares”. Fisher, destaca la necesidad de “tener terrenos limpios para poder instalar viviendas definitivas”. Ambos actores destaca la importancia de desarrollar un trabajo en conjunto desde las organizaciones, el Estado, el sector privado y, por sobre todo, la comunidad.
Los incendios
Desde julio a la fecha 586.185 hectáreas se han visto afectadas por incendios, concentrándose el mayor siniestro en las últimas semanas. Tanto ha sido su magnitud que la Presidenta Michelle Bachelet decretó zona de catástrofe las provincias de Colchagua y Cardenal Caro en la región de O’Higgins y las regiones de El Maule, Biobío y La Araucanía.
Hasta el momento se registran 11 fallecidos: dos bomberos, dos carabineros, 3 brigadistas y 4 civiles. Además, desde la Onemi han informado que 1640 viviendas fueron destruidas dejando un total de 7.471 damnificados y 469 albergados.