Los pormenores de la cosmética natural para su certificación

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El mercado de la cosmética natural ha tenido auge en los últimos años en el país. Es habitual ver en ferias orgánicas pequeños emprendimientos con bálsamos, cremas y aceites naturales para nuestro cuerpo. La tendencia de volver a lo natural descartando aquellos productos llenos de químicos dañinos para el medio ambiente y testeo en animales ha sido una práctica que muchos chilenos han adquirido.

Inmediatamente consideramos que estos productos por ser naturales son sanos para nuestra salud y bienestar. Sin embargo, la baja legislación frente a productos que se catalogan como “naturales” imposibilita que los consumidores puedan informarse fidedignamente sobre características del producto, además de las trabas existentes  para la certificación de estos productos.

Daniela Medina, directora de gestión y finanzas de ONG Te Protejo comenta “Sería bueno tener un certificado que indique qué tan natural es un producto”. Hoy no hay norma que regule y certifique los porcentajes de insumos naturales que un producto puede contener. Elisabeth Astudillo, emprendedora de Raíz Natural, asegura que “son pocos los productos 100% natural. Hay muchos que están creados en base de crema, pero nadie tiene la composición real de ese producto”. Ante esto, Daniela declara “las marcas se aprovechan de eso y crean un empaque más verde para que parezca más natural aunque no lo sea”.

Elisabeth producto de su alergia a cosméticos tradicionales, optó por crear sus propios productos cosméticos. “Asistí a cursos donde aprendí a hacer shampoo y a estudiar los ingredientes de los productos del mercado”, cuenta Elisabeth. Tras la solicitud de su círculo más cercano de la fabricación de productos, la joven decidió emprender en la cosmética natural.

Para comenzar, la adquisición de insumos fue el primer desafío a enfrentar. “La mayoría de ingredientes acá son de origen animal”, los ingredientes provienen del extranjero al ser veganos. Además, al no estar autorizados en el país, los ingredientes se exportan en cantidades menores, encareciendo el producto para el consumidor final. “Los conservantes de origen natural que nosotros utilizamos están aprobados en Europa y Estados Unidos; acá no están permitidos”, comenta Elisabeth.

En Chile la única certificación aplicable a la cosmética natural es de ONG Te protejo, organización que divulga y certifica productos no testeados en animales. Daniela argumenta que para que un producto obtenga la certificación, Te Protejo califica al producto y los insumos. “Tenemos que ver lista de proveedores y verificar si están certificados mundialmente”. Con esos antecedentes la ONG  revisa si el producto no fue testeado.

Frente a la falta de información, Te Protejo ha tomado un rol de divulgadores donde a través de página web y redes sociales informan a sus seguidores sobre productos certificados no sólo en Chile, también a nivel mundial. “Lo que tratamos como ONG es el empoderamiento del consumidor. Él tiene que estar lo más informado posible”.

Registro ISP

Debido a alergias y la existencia de componentes que pueden ser perjudiciales para nuetra salud, desde el Instituto de Salud Pública (organismo autónomo de gestión dependiente del Ministerio de Salud para aprobación de políticas, planes y actividades de la institución) se entregan registros para productos cosméticos y médico para su comercialización y uso.

Su facultad es asegurar que los productos certificados no implicarán daño para la salud de los consumidores. Sin embargo, obtener este registro para emprendedores en cosmética natural es una tarea compleja, partiendo por el alcance económico.

“Yo no podría tener ese registro porque no tengo un laboratorio como el que ellos piden y porque debiera dejar de trabajar con la mayoría de mis ingredientes”, sostiene Elisabeth. Debido que existen productos naturales que en Chile no están autorizados, los emprendedores en cosmética natural no pueden certificar que sus productos no representan daño.

Además, las exigencias de un laboratorio escapan de los ingresos que un emprendedor percibe debido a la inestabilidad de negocios que están recién comenzando. “Hay mucho negocio que se pierde”, acusa Elisabeth. “Los hoteles que siempre están cotizando productos naturales no te pueden comprar porque a ellos también les exigen el registro ISP”, esta realidad que Elisabeth detalla, es una problemática que limita el mercado de meprendedores. No pueden optar a expandir su negocio en centros de comercialización a falta de la certificación. Están obligados a trabajar en mercados esporádicos y a través de redes sociales, perjudicando las opciones de expandirse y consolidarse.

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