Existe una empresa que valoriza el trabajo tradicional que mujeres campesinas de la Patagonia chilena realizan. Están posicionando el tejido a palillo, práctica a mano dotada de delicadeza, cariño y constancia capaz de entregar un producto final único. Una de las intenciones es que este oficio no se pierda entre las grandes cadenas de producción.
Chilote House Shoes es una empresa con certificación B que elabora y comercializa zapatos interiores artesanales de lana natural de oveja y cuero de salmón, materiales locales y renovables. Trabajan con alrededor de 50 mujeres que viven en la Patagonia de Chile, generando empleo estable e ingreso justo por su labor.
¿En qué se traduce su metodología de trabajo? Francisca Apparcel, fundadora de Chilote House Shoes, sostiene “esta sustentable linea de calzados de interior redefine el concepto de diseño inclusivo y consumo consciente”. La estrategia de la empresa es posicionar el trabajo que hay detrás de la creación de estos zapatos.
Fuera del esquema tradicional de fábrica de calzado, las mujeres trabajan desde sus hogares con la rigurosidad que el tejido demanda para su calidad. Desde la industrialización el valor de los oficios se ha ido perdiendo. Esto se ha profundizado con la globalización y la cultura desechable que impera hoy. De esta forma, Francisca y Stiven Kerestegian, también fundador de la empresa, generan valor al tejido que su equipo de trabajadores desarrollan, habilidad que fue adquirida de generación en generación.
“Las artesanas que conforman nuestra red son nuestro mejor y mas valioso capital”, declara su fundadora. El valor y reconocimiento del arte del tejido es esencial en cada pieza que más que ser una prenda de calzado, simboliza la tradición de un oficio milenario que se practica en el sur de Chile. Para Francisca, “ellas son quienes llevan y transmiten el patrimonio de nuestra Patagonia Chilena y somos todos en parte responsables de compartir y mantener viva esta herencia”.
Con la intención que el consumidor tome conciencia del trabajo que hay detrás su zapato, cada producto tiene un QR Code donde se puede conocer la historia, ubicación e imágenes de las localidades donde fue confeccionado el producto. Apparcel comenta que éste QR Code “permite a los consumidores generar un nexo con el grupo de artesanas que elaboró cada uno de los pares. Es decir, damos transparencia al origen del producto”.
Con estos elementos Chilote House Shoes obtuvo certificación B. “Para nosotros ha sido muy importante el certificarnos como empresa B ya que en cierta manera estamos oficializando que estamos ocupando la fuerza del mercado como un motor del bien”, sostiene Francisca. El impacto social de la empresa de calzado interior es el principal capital, puesto que, como se ha reiterado, posiciona en el mercado el trabajo de mujeres campesinas.
En Chile la desigualdad es significativa y afecta mayormente en regiones. Las mujeres que trabajan en Chilote House Shoes no cuentan con formación educacional para insertarse en el mundo laboral, además viven en zonas aisladas del país. Dignificando el oficio del tejido, se les abre una oportunidad de generar ingresos a través de ésta práctica. Francisca destaca que la empresa “empodera a estas mujeres a dignificar su trabajo y a que a través de éste puedan mantener su tan lindo estilo de vida”.