En mayo de este año se aprobó la ley Gestión de residuos, responsabilidad extendida del productor y fomento al reciclaje, la cual busca generar un cambio cultural en las prácticas de reciclaje y acumulación de residuos en el país.
Al año los chilenos producen cerca de 7 millones de toneladas de basura domiciliaria. Esta cifra llega 17 millones de toneladas si sumamos residuos industriales, de construcción y otros. Para el Ministro del Medio Ambiente Pablo Badenier, “Es una tasa muy alta considerando el ingreso per cápita y nivel de desarrollo del país”.
Las cifras pueden ser aún más negativas si consideramos que de toda la basura generada sólo el 10% es reciclada. Los desafíos son grandes para cambiar este paradigma. Desde el exterior ya se están tomando medidas gubernamentales y distintos actores han tomado terreno en esta problemática.
Tal como el ministro Badenier ha expuesto, la ley tiene por objetivo disminuir la generación de residuos, cambiar el patrón de consumo desechable, incentivar a las empresas en el uso de materiales de fácil reciclaje y fomentar el reciclaje en la población.
En Chile se está trabajando en el fortalecimiento y reconocimiento de los recicladores de base. Los recolectores (como eran llamado hace años atrás), desde el siglo XIX han reutilizado aquellos materiales que son desechados por el resto de la sociedad. En base a sus necesidades han sacado provecho de aquellos elementos que a ojos de otros son inútiles.
El llamado “cartonero” hoy es considerado por la Ley de Fomento al Reciclaje como un gestor de residuos, quien con su trabajo aporta a los fines de dicha ley. Por esto, es importante analizar la calidad de trabajo que estos gestores de residuos llevan a diario.
Desde Casa de la Paz, desarrollaron el proyecto “Reciclaje inclusivo comunal”, el cual nace de la inquietud de cómo la nueva ley integraría a los recicladores de base. Mayling Yuen, directora de proyectos de Casa de la Paz, especifica “el proyecto se centró en la incorporación y formalización de los recicladores de base, el fortalecimiento de la cadena de reciclaje y el desarrollo de modelos de gestión”.
Los recicladores de base son emprendedores que necesitan mejorar su ingreso y productividad. Incorporarlos de manera formal a los circuitos de recolección de residuos es uno de los objetivos del programa. Yuen sostiene que “es importante constituir su trabajo como modelo de negocio que se adecuara la nueva ley”.
En esta línea, el proyecto elaboró mejoras laborales formalizando su trabajo con los municipios. Se encargaron de crear un modelo de negocio para dar rentabilidad al trabajo con medios de transportes aptos para su labor y acuerdos comerciales con plantas recicladoras.
En cuanto a la labor del reciclador de base, el ministro Badenier asegura “con los recicladores de base va a ser más factible cumplir las metas”. El conocimiento que este grupo de trabajadores ha adquirido con los años es una herramienta de la cual la ley se puede apoyar.
