El especialista en meteorología de la Universidad de Santiago, Álvaro Mauro, sostiene que el calor aumentará con respecto a la tendencia de los últimos quince años. “Si la temperatura en enero en Santiago es de treinta grados, vamos a observar un promedio de 32”, explica el académico. Señala que el fenómeno es consecuencia del cambio climático, anticipa problemas para el sector agrícola producto de la sequía y proyecta condiciones favorables para la propagación de incendios forestales.
Este martes, Santiago marcó 34,8° de temperatura, la cifra más alta que se ha registrado para un mes de noviembre en la capital desde el año 1969. El fenómeno había sido anticipado por la Dirección Meteorológica de Chile, que informó que del lunes al miércoles se registrarían máximas por sobre el umbral mensual desde la región de Coquimbo hasta la de Biobío.
Consultado sobre qué esperar para el verano, el meteorólogo y académico de la Universidad de Santiago, Álvaro Mauro, sostiene que a nivel nacional, desde diciembre a febrero, “la tendencia se mantendrá dos grados por sobre el promedio”. El especialista explica que “por ejemplo, si en promedio la temperatura en enero en Santiago es de 30 grados, vamos a observar un promedio de 32”.
La proyección del meteorólogo es en relación a la tendencia observada desde el año 2000 hasta ahora. Respecto a las causas de este fenómeno, señala que la principal “se relaciona con el cambio climático. Es una tendencia que se ha mantenido en los últimos quince años: en la década de 2000, hubo un récord de temperatura; el quinquenio de 2010 a 2015 también marcó temperaturas bastante altas; y este año también se ha caracterizado a nivel planetario y mundial por mantener esa tendencia”.
El encargado del Laboratorio de Meteorología del plantel estatal agrega que “en términos globales, la tendencia del aumento de temperatura asociada al cambio climático es una realidad con la cual tendremos que convivir y tomar conciencia”, por lo que llama a “tomar medidas no solo a nivel de Estado y de Gobierno, sino también a nivel particular”.
Otros factores que también pueden incidir en este aumento de temperatura, indica Mauro, es “el mismo aumento de temperatura, que puede generar una disminución de la humedad y, por lo tanto, una ausencia de nubes, lo que hace que tengamos una radiación más alta. De hecho, se proyecta un aumento de los valores de la radiación ultravioleta como consecuencia del aumento de temperatura”.
Consultado respecto a cuál puede ser la máxima temperatura del verano, sostiene que es un dato que no puede preverse porque se trata de “situaciones muy puntuales” para cada zona del país.
Repercusiones
“Sin duda, donde más puede incidir el aumento de temperaturas es en el tema agrícola, producto de la sequía asociada a una disminución de la humedad en el suelo, debido a un mayor calentamiento y una mayor evaporación, lo que incide directamente”, señala el académico del Departamento de Ingeniería Geográfica.
Por otra parte, indica que otro de los problemas más graves a nivel local “es que el aumento de temperaturas se suma a la disminución de humedad, lo que produce mucha sequedad en el aire y, por lo tanto, condiciones óptimas para que, iniciado un incendio forestal, este se propague de manera espontánea”.
“En general, en Chile los incendios son producidos por la actividad que desarrolla el hombre. El inicio del incendio es totalmente azaroso, pero la propagación es algo generalizado por las condiciones de temperatura y humedad”, señala.