De acuerdo a las cifras entregadas en el Segundo Estudio Nacional de la Discapacidad, en Chile el 16,7% de la población se encuentra en situación de discapacidad, cifra que tuvo un importante aumento al ser comparada con la del año anterior (12,9 %). A esto se suma que, según la misma encuesta, la población adulta alcanza un 20%, de los cuales hoy, un 42,8% participa en el mercado laboral, declarando estar ocupadas el 51,7% de las personas con discapacidad leve y el 21,8% de las personas con discapacidad severa.
Al analizar estos números, y pese a los esfuerzos que han materializado tanto el sector público como privado, vemos que aún nos queda camino por recorrer. En este sentido, y como parte de los más de dos millones de personas que viven con alguna discapacidad en nuestro país, quiero invitar a las empresas a atreverse a contratar a personas en situación de discapacidad, cambiando al mismo tiempo, la visión que existe respecto de sus habilidades y competencias. Sin duda, atraer los mejores talentos, cultivar recursos humanos diversos y un ambiente basado en la de inclusión, impulsan el crecimiento de todo negocio y desarrollan ventajas competitivas en el tiempo. Por lo mismo, considero que este tema es una de las prioridades esenciales para el crecimiento sostenible del país.
Integrar constituye también una responsabilidad frente a nuestra sociedad y frente a nuestras personas, entendiendo a la diversidad como todo lo que hace a un individuo único. En este contexto, en BASF buscamos fomentar un ambiente de trabajo que reconozca la unidad de cada persona, dejando a nuestro capital humano como prioridad en cada una de las acciones que desarrollamos.
Desde el sector privado, pongo énfasis en que nuestra misión se debe concentrar en educar y capacitar a nuestros equipos de trabajo hacia una cultura inclusiva, que valore las diferencias y que potencie a las personas por sus aptitudes y no por su condición. Por ello, considero relevante que las empresas participen activamente en foros, seminarios y congresos en torno a este tema, con el objetivo de conocer y compartir las buenas prácticas que podemos construir en conjunto.
Para concluir, quiero señalar que tengo una visión esperanzadora de los cambios que se están produciendo en el sector empresarial, especialmente, en cómo las compañías le están dando un valor real la inclusión, y hacer hincapié en que, la diversidad nos permite promover la creación de equipos de trabajo comprometidos y con competencias necesarias para colaborar con grupos multiculturales.