En estos 20 años, la agencia de innovación del Ministerio de Agricultura ha apoyado más de 3.000 iniciativas que han beneficiado a cerca de 30 mil agricultores, empresas, organizaciones gremiales y de productores, y ha sido clave en el desarrollo de rubros tan importantes como ovinos, leche, aceite de oliva, berries, apícola, fruticultura y vitivinicultura.
Con una ceremonia que contó con la presencia del ministro de Agricultura, Carlos Furche, además de autoridades y un centenar de actores del sector agrario, agroalimentario y forestal, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) celebró su 20° aniversario, instancia en la cual se reconoció a 6 proyectos considerados emblemáticos para la historia de la institución.
La inauguración de la jornada estuvo a cargo de la directora ejecutiva, María José Etchegaray, quien destacó el trabajo desarrollado por FIA durante estas dos décadas, el cual definió como “una progresión de pequeños y grandes esfuerzos encadenados en nuestra misión de lograr que la innovación sea parte del ADN del sector agrario, agroalimentario y forestal de Chile”.
“FIA nació con el propósito de aportar al desarrollo rural, que entonces requería tener mejores respuestas frente al proceso de globalización y a las exigencias que conlleva la apertura de nuestra economía a los mercados internacionales”, señaló. “El gran desafío entonces, era avanzar en los procesos de innovación agraria, particularmente en la mediana y pequeña agricultura”.
La ejecutiva agregó que la inspiración de las autoridades y profesionales que dieron origen a FIA, no sólo se ha proyectado en el tiempo como una política de Estado, sino que también “hemos sido capaces de darle día a día un sentido profundo a lo que hacemos, buscando que nuestro trabajo esté cien por ciento alineado con los objetivos del Ministerio, generando sinergias con los demás servicios del agro”, puntualizó.
Proyectos emblemáticos
Durante la ceremonia, FIA distinguió a 6 emprendedores por sus iniciativas que gestaron y desarrollaron al alero de la Fundación, convirtiéndose con el tiempo en verdaderos modelos de atrevimiento, innovación y agregación de valor para el sector agroalimentario.
En la categoría “DesaFÍA”, las distinciones fueron para Viña Miguel Torres, creadores del primer espumante elaborado con uva país –Estelado Santa Digna– recientemente elegido el mejor del mundo en su tipo; y la Sociedad Agrícola Pailimo, agrupación que fue pionera en la introducción del cultivo del arándano en la Región de O’Higgins, logrando generar un modelo de gestión que permitió insertar a pequeños productores en una cadena de valor, que va desde la producción del berry hasta la exportación a mercados tan importantes como Estados Unidos y China.
La segunda categoría, denominada “PorFÍA”, tuvo como ganadores a Carnes Andes Sur y Bioinsumos Nativa. La primera, por haber generado un modelo asociativo con más de 80 proveedores, logrando producir y comercializar un producto exclusivo –carne de ternero natural– a un nicho altamente exigente. Por su parte, la empresa del Maule es famosa por ser la primera en Sudamérica en desarrollar productos para el control de plagas y enfermedades a través de métodos biológicos.
Finalmente, en la categoría “ConFÍA”, se reconoció a la empresa Agrobiotruf, pionera en el cultivo de trufas en el continente, por sus esfuerzos para lograr posicionar a Chile como un país exportador de trufa negra certificada; y a la Asociación de Productores y Exportadores de Nueces de Chile, Chilenut, organización que durante años ha trabajado codo a codo con FIA desarrollando diversas iniciativas claves para el desarrollo del rubro.
Nuevos desafíos
La jornada sirvió también para plantear los énfasis que marcarán el quehacer de FIA en los próximos años, los cuales, de acuerdo a lo expresado por la directora María José Etchegaray, “estarán determinados por nuevos desafíos, que nos tienen tan motivados y comprometidos como lo estuvieron quienes forjaron y lideraron los inicios de esta institución”.
Es así como la Fundación se ha propuesto “fortalecer el rol de la pequeña y mediana agricultura, y de la empresa en la economía rural; fomentar y apoyar la innovación y el emprendimiento liderado por los jóvenes; contribuir a desarrollar una industria de alimentos saludables para Chile; rescatar, proteger y valorizar nuestro patrimonio agroalimentario y forestal; y aportar a que el sector agrario chileno se adapte a las condiciones que impone el cambio climático y asuma la sustentabilidad económica, social y ambiental como un principio básico e irrenunciable”, detalló.
Etchegaray finalizó su exposición haciendo un llamado a los actores del agro, “a embarcarse en desafíos difíciles de enfrentar, a perseverar e insistir pese a los fracasos, a porfiar hasta concretar con éxito sus ideas, y a confiar plenamente en FIA, una institución que durante dos décadas ha valorado y respaldado a quienes apuestan por salir del statu quo con propuestas innovadoras que aportan a hacer de este sector un motor para el desarrollo económico y social de nuestro país”, concluyó.
FIA