Es fundadora del sitio SlowMotiv y “Semana de la Moda Slow” en Chile y Colombia. Periodista y diseñadora de indumentaria. Su pasión va por una vida sustentable, promoviendo la consciencia slow fashion.
¿Quién eres?
Es la pregunta más difícil. Soy muchas cosas. Como mujer soy tía, periodista, compañera, esposa, amiga, prima y hermana. Si me defino como profesional, soy comunicadora social, periodista y diseñadora de vestuario.
¿Qué haces?
Trabajo en slow fashion y la moda sostenible. Practico todo el ámbito comunicacional, el ámbito de integración y de investigación respecto a qué pasa con el slow fashion no solamente en Chile, sino también a nivel Latinoamericano teniendo referencias del mundo.
¿Cuál es tú hábito más sustentable?
Tengo muchos hábitos sustentables. No compro en mall ni en retail, apoyo el mercado local y a emprendedores. En la alimentación compro en La Vega, mi mercado. No compro en supermercados grandes. No uso plástico. No consumo productos embotellados ni enlatados. Economizo agua; el agua que dejo correr en la ducha la recojo para utilizarla después en el baño.
¿Qué es lo más difícil de participar en una empresa B?
En cuanto a la certificación, lo más difícil es pagar por esa certificación. Es un proceso que debemos hacer todos, cumplir pasito a pasito para ir calificando. En el ámbito emprendedor los recursos no sobran. Se hace un poco limitante levantar los recursos. Es un proceso económico, es un servicio que nos están prestando, por ende debe ser remunerado. Más que eso no es nada.
Lo mejor de tú emprendimiento:
La capacidad de integrar personas. SlowMotiv y nuestros proyectos individuales que generamos desde la empresa, son espacios que integran a muchas personas y nos da una satisfacción muy grande porque el alcance es súper positivo.De cada proyecto hemos podido tener un alcance nacional importante e internacional.
Lo que harías por convencer a todo Chile de seguir una idea tuya:
Ya lo hice y lo sigo haciendo. Creo que al momento que tú te apropias de tú discurso, que realmente eres consciente con lo que tú quieres comunicar, que desde mi punto de vista es cambiar el hábito de consumo de las personas respecto a la moda, eso hará cualquier cosa fácil.
¿Cuál es el desafío más difícil de enfrentar?
Es que las personas reciban la información y dejarlos como responsables a ellos la manera cómo se consume, porque si bien puedo dar una charla para 150, 30 ó 20 personas, pero cuántas de ellas se sorprendieron con el tema, sienten sensibilidad y compromiso de pasarse al bando de nosotros y decir que debemos consumir prendas de vestir sin dañarme yo y sin dañar el planeta.
La satisfacción más grande:
Vivo muy feliz con el proyecto. Le he dedicado toda mi energía, mi pasión, mucho de la esencia de lo que soy como profesional y como mujer está puesto ahí. Cada día me satisface poder lograrlo, mantenerlo y estar en el punto que estamos.
El sueño que estás persiguiendo:
Persigo realmente que las personas puedan, desde el ámbito del diseñador como del consumidor, se puedan comunicar. Generalmente el diseñador no se comunica con el consumidor, para mí es un solo mundo. Si como diseñador te vendo una prenda a ti debo tener la disposición para contarte cómo, qué y por qué te estoy exigiendo que me pagues y tu como consumidor tienes que tener la capacidad de exigir eso al diseñador.
Película que recomendarías:
Más que película, recomendaría un documental: The True Cost. Está en Netflix
La ultima compra inútil:
Una camisa en una feria vintage y estaba ropa. La tela estaba podrida, no pude remendarla.
El viaje que te falta por hacer:
Me faltan muchos viajes: recorrer Chile, internarme en Italia por un par de meses para hacer una investigación pendiente, ir a la India… muchas cosas.
