Entregarles herramientas para comunicarse y favorecer el desarrollo cognitivo, social y afectivo con la comunidad sorda de Chile, fue uno de los objetivos centrales del curso de lengua de señas realizado en la Universidad Autónoma de Chile en Santiago, en el que participó casi medio centenar de estudiantes de distintas carreras.
El ciclo de talleres fue organizado por la Coordinación de RSU y Voluntariado de esta casa de estudios, con el apoyo del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) y Fundación A Mover las Manos (AMOMA).
Durante cinco sesiones, los futuros profesionales abordaron los fundamentos del sistema alfabético dactilológico de 27 letras utilizado por la comunidad sorda que, como no posee escritura, solo es posible transmitirlo a través de la interacción comunicativa cara a cara.
Además, comprendieron cómo se relaciona con el idioma español y su importancia para la inclusión, contribuyendo así al desarrollo integral de las personas con discapacidad auditiva con las que podrían relacionarse en su futuro ejercicio profesional.
Al explicar su participación en el curso, la estudiante de primer año de Fonoaudiología Sara Torres explicó que “una de las primeras cosas que aprendí fue el abecedario, para decir mi nombre y otras frases que uno usa en forma cotidiana, como ‘hola y ‘muchas gracias’”.
“Al principio fue muy difícil de entender porque uno no está acostumbrado a comunicarse a través de lengua de señas; es como aprender un idioma nuevo. Pero con el tiempo se van conociendo las distintas formas de expresarse y de ahí todo es más fácil y entretenido porque el alfabeto tiene relación con letras y conceptos”.
Respecto de la utilidad del taller, Torres precisó que se trató de una experiencia que le permitirá mejorar su empleabilidad y elevar los estándares de su desempeño laboral. “Como fonoaudióloga en formación creo que me sirve mucho. En algún momento tendré que trabajar con niños o adultos con problemas auditivos y de algún modo tengo que comunicarme con ellos para darles una atención en Salud integral”.
Además, sostuvo que le brinda una perspectiva más completa de su profesión y de las materias que hoy están abordando en clases.
En ese sentido, la Coordinadora de RSU y Voluntariado de la Universidad Autónoma de Chile, Alejandra Cofré, subrayó que “ser profesionales de excelencia requiere de sólidos conocimientos, habilidades y destrezas. Pero también desarrollar y fortalecer otras competencias para responder a las necesidades del país, como la inclusión en todas sus formas”.
Junto con agradecer la colaboración de INJUV y Fundación AMOMA, destacó el compromiso de los alumnos con su responsabilidad de agentes de cambio a través del ejercicio de sus carreras, sello que distingue a los profesionales formados en esta institución de educación superior.
Entregarles herramientas para comunicarse y favorecer el desarrollo cognitivo, social y afectivo con la comunidad sorda de Chile, fue uno de los objetivos centrales del curso de lengua de señas realizado la Universidad Autónoma de Chile en Santiago, en el que participó casi medio centenar de estudiantes de distintas carreras.
El ciclo de talleres fue organizado por la Coordinación de RSU y Voluntariado de esta casa de estudios, con el apoyo del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) y Fundación A Mover las Manos (AMOMA).
Durante cinco sesiones, los futuros profesionales abordaron los fundamentos del sistema alfabético dactilológico de 27 letras utilizado por la comunidad sorda que, como no posee escritura, solo es posible transmitirlo a través de la interacción comunicativa cara a cara.
Además, comprendieron cómo se relaciona con el idioma español y su importancia para la inclusión, contribuyendo así al desarrollo integral de las personas con discapacidad auditiva con las que podrían relacionarse en su futuro ejercicio profesional.
Al explicar su participación en el curso, la estudiante de primer año de Fonoaudiología Sara Torres explicó que “una de las primeras cosas que aprendí fue el abecedario, para decir mi nombre y otras frases que uno usa en forma cotidiana, como ‘hola y ‘muchas gracias’”.
“Al principio fue muy difícil de entender porque uno no está acostumbrado a comunicarse a través de lengua de señas; es como aprender un idioma nuevo. Pero con el tiempo se van conociendo las distintas formas de expresarse y de ahí todo es más fácil y entretenido porque el alfabeto tiene relación con letras y conceptos”.
Respecto de la utilidad del taller, Torres precisó que se trató de una experiencia que le permitirá mejorar su empleabilidad y elevar los estándares de su desempeño laboral. “Como fonoaudióloga en formación creo que me sirve mucho. En algún momento tendré que trabajar con niños o adultos con problemas auditivos y de algún modo tengo que comunicarme con ellos para darles una atención en Salud integral”.
Además, sostuvo que le brinda una perspectiva más completa de su profesión y de las materias que hoy están abordando en clases.
En ese sentido, la Coordinadora de RSU y Voluntariado de la Universidad Autónoma de Chile, Alejandra Cofré, subrayó que “ser profesionales de excelencia requiere de sólidos conocimientos, habilidades y destrezas. Pero también desarrollar y fortalecer otras competencias para responder a las necesidades del país, como la inclusión en todas sus formas”.
Junto con agradecer la colaboración de INJUV y Fundación AMOMA, destacó el compromiso de los alumnos con su responsabilidad de agentes de cambio a través del ejercicio de sus carreras, sello que distingue a los profesionales formados en esta institución de educación superior.