El estudio elaborado por la Universidad del Desarrollo junto a investigadores de las Universidades de Leeds y Newcastle y apoyo de Corfo, contó con la participación de 268 emprendedores sociales del país a través de encuestas.
Por Sabrina Quezada
En los últimos años ha proliferado el concepto de empresas B, el cual tiene como fin generar un impacto social por sobre el beneficio económico. En Chile, gran parte del emprendimiento está enfocado en el desarrollo de prácticas que aporten al cambio social de una comunidad.
Por esto, a Universidad del Desarrollo dio a conocer los resultados del estudio “Estructura y dinámica del emprendimiento social en Chile”. Una de sus principales conclusiones fue la necesidad de transferir metodologías para la medición de impacto del emprendimiento.
Si bien el 66% de los encuestados reconoce que el éxito del emprendimiento social debe ser evaluado respecto al impacto en la sociedad, solo el 46% de las empresas declara evaluar el impacto social de su emprendimiento. Para Tomás Serey, es necesario “entregar capacidades para que los emprendedores puedan evaluar su impacto desde estándares internacionales y generales”.
En cuanto a la realidad del financiamiento, el estudio reveló que existe un alto capital privado y poco apoyo del estado. Las principales fuentes de apoyo corresponden a amigos y familiares, mientras que el 16% vive de fondos público concursables.
La movilidad fue otro punto clave del análisis en el funcionamiento del emprendimiento. El 3,8% se cambia de región debido que se caracterizan por cubrir necesidades locales, por lo cual no siempre pueden ser replicables en otros sectores. Pero esto genera que tengan menos opciones de encontrar personal calificado en regiones limitando sus posibilidades de crecimiento. Para Antonio Lecuna, “es necesario apoyar el emprendimiento localmente”.
Los desafíos para potenciar el emprendimiento social en el país están en promover el crecimiento distintivo vía réplica en relación a diferencia de localidades, propiciar estructuras legales y organizativas que contribuyan a la atracción y retención de colaboradores y la transferencia de metodologías que ayuden en la evaluación y mejoramiento de los emprendimientos sociales.
¿Qué desafíos presenta el emprendimiento social en Chile?
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