La tecnología ha crecido de forma exponencial en los últimos años. De tener un aparato específico para cumplir una función, hoy un solo dispositivo nos sirve para comunicarnos a través de la voz, la imagen y el texto en variadas plataformas.
Por Sabrina Quezada.
Los instrumentos que utilizamos a diario (pantallas, teléfonos, vehículos, electrodomésticos, etc.) han facilitado nuestra vida, pero a cambio han generado grandes costos medioambientales, tales como la generación de CO2, la necesidad de aumentar la matriz energética con plantas contaminantes y saturar nuestra ciudad afectando la calidad de vida.
Las ciudades de hoy enfrentan la necesidad de crear desarrollo sostenible, debido a los altos costos ambientales que lleva nuestro estilo de vida. Es así como el concepto “ciudad inteligente” (Smart City) se ha desarrollado en los últimos años plantea la idea de una vida sostenible donde las personas puedan saciar sus necesidades tomando conciencia de su impacto ambiental.
Potenciar la tecnología y que la comunidad pueda disponer de ella para responder a sus demandas es en lo que las empresas trabajan hoy. Sebastián Fuenzalida, CEO de Gnius, empresa dedicada a monitorear el consumo energético e hídrico de organizaciones, comenta que “(el) cómo conectamos la tecnología con las necesidades de las personas hace a una empresa inteligente”.
Las personas buscan métodos para disminuir su impacto al medios ambiente. Wenu, es un servicio inteligente que entrega a sus usuarios el detalle del gasto energético que tiene en su hogar. Vartan Ishanoglu, CEO de Wenu, indica que “las personas tienen ansia de conocimiento, por esto la aplicación tiene como fin mostrarles información que los haga consciente de su impacto y gastos”.
Formar a un ciudadano inteligente implica en que éste pueda ser capaz de utilizar al máximo sus equipos electrónicos para facilitar su vida. Felipe Falcón, de Samsung, define que “ciudad inteligente apunta a hacer las cosas más simple. Como las aplicaciones que te ayudan a ver direcciones y recomiendan rutas”.
La tecnología nos ofrece herramientas para diversas operaciones. Cuando utilizamos el máximo potencial de los aparatos se entra en la categoría de ciudadano inteligente. La era digital avanza hacia ese concepto, donde con cada aplicación podemos ejecutar diversas acciones como operar nuestra cuenta bancaria, desarrollar nuestro trabajo y comunicarnos con otros.
Esta nueva cultura busca la eficiencia de cómo las personas se desenvuelven en su cotidianidad, pero también de cómo la tecnología que opera en una ciudad trabaja de manera óptima para su estilo de vida. La empresa Engie está instalando en Brasil un sistema de controles de tráfico urbano que tiene como fin adaptarse en tiempo real a los cambios de tránsito. Los semáforos son ajustados en el momento exacto para promover un mejor tránsito en avenidas críticas tráficos.
La sociedad se está desarrollando hacia el concepto smart, donde la eficiencia, optimización y consciencia juegan un rol clave en la construcción ciudadana. La tecnología inteligente sigue creciendo para cumplir el servicio de una mejor calidad de vida social en las ciudades.
Ciudad inteligente: el paradigma de la sostenibilidad