A través del Comité de Desarrollo Productivo Biobío, comenzó a trabajar un nodo empresarial compuesto por 20 productores, quienes buscarán dar un impulso al turismo local a través del rescate patrimonial de la zona como atractivo histórico.
Una de las tareas impuestas por el grupo de empresarios es generar una ruta turística en torno al vino que sea comercialmente atractiva, para lo que optaron por establecer redes de colaboración que les permitan acortar las brechas existentes para ofrecer los servicios mínimos esperados por el turista que visita el Valle del Itata.
Para ello, postularon a un instrumento del Comité Desarrollo Productivo Biobío, denominado Nodos para la Competitividad, con el que obtuvieron 37 millones de pesos para financiar el trabajo del nodo, tarea que será ejecutada por la consultora E-volution y agenciado por Codesser.
El trabajo en esta zona perteneciente a la comuna de Coelemu fue destacado por el Director Ejecutivo del Comité, Juan Mardones, quien explicó que, “creemos que existe un tremendo potencial asociado a la vitivinicultura y en particular al enoturismo en Valle del Itata”. Para ello, agrega Mardones, es clave que se trabaje de forma colaborativa, donde “el nodo se hace cargo de un problema país que es la generación de confianzas, algo imprescindible para el desarrollo de negocios y el trabajo a largo plazo de la actividad económica”.
La idea es potenciar el desarrollo de una actividad de características únicas y con mucha historia en la provincia de Ñuble y en particular, en Coelemu como parte importante del Valle del Itata, zona que además se encuentra catalogada como de rezago. La máxima autoridad comunal, Laura Aravena, indicó que “este sector de Tinajacura y la comuna de Coelemu tiene un gran activo que es su gente, y la única manera para sacarla adelante es que trabajemos unidos con otras instituciones públicas como Corfo o Sernatur”.
La intención, explica la edil, es seguir trabajando con varios sectores para hacer un circuito en Coelemu e integrar a otras comunas como Trehuaco y Cobquecura, esto para lograr que más personas visiten la zona y se resalten fiestas costumbristas o tradiciones que trabajan las personas en esta zona del valle.
De hecho, uno de los objetivos trazados por el nodo es que al final de su trabajo, cada uno de los empresarios turísticos esté formalizado, lo que les permitirá acceder a canales de promoción. La Directora Regional de Sernatur, Paola Núñez, explica que “es importante el resultado del nodo, nosotros trabajamos con oferta registrada, por tanto, esto permitirá tomar a estos veinte emprendedores y apoyarlos en capacitación y promoción de lo que será nuestra ruta patrimonial vitivínicola en el Valle del Itata”
El trabajo del Nodo
Entre los servicios turísticos ofrecidos por los participantes del nodo se encuentran hostales, camping, productores vitivinícolas, gastronomía local y tinas calientes, donde la intención es generar una oferta turística integral en torno a la temática principal que es la producción de vinos a partir de cepas tradicionales, a la usanza antigua, considerando este atributo como un diferenciador para encadenar una opción atractiva para el visitante.
Para ello, un primer paso será aumentar las competencias y conocimientos de los microempresarios en torno a temas como estándares turísticos, aspectos contables, atención al cliente, estrategia de ventas y marketing.
Como lo explica el Director del Nodo, Carlos Zúñiga, “el objetivo central es levantar y crear a la zona como un destino turístico en torno al vino y para ello, nos reunimos con las personas y les planteamos la idea de que acá hay valor, y que esto se podía hacer acortando las brechas para generar una oferta turística mínima que pueda promocionarse y ser comercializable, lo que no puede efectuarse sin una nivelación previa”.
Este trabajo de capacitación para superar la inexistencia de condiciones mínimas para el turismo ha sido bien valorado por los participantes. Vilma Muñoz, productora de mermeladas, ají y vino entre otros insumos, cuenta que “hemos tenido muy buenas charlas y un gran apoyo para poder comercializar mejor nuestros productos. Casi todo lo hacíamos de forma particular y con esto esperamos poder tener más ventas”.
Misma opinión sostiene José Ruiz, viñatero y productor de vinos, quien narra que “el nodo va por buen camino y nos ha abierto una puerta. Acá en Guarilihue falta mucha información para el turista que quiere venir y el nodo apunta hacia allá y nos está enseñando a caminar en esa dirección”.
El trabajo del nodo se extenderá por 12 meses inicialmente y se espera que a fines de año ya existan resultados concretos. Por lo pronto, sus integrantes ya se han organizado formalmente para trabajar de forma asociada, por ejemplo, en la fiesta de la vendimia de la zona, donde pudieron mostrar sus productos.
Microempresarios de Guarilihue apostarán por el desarrollo del enoturismo