Los denominados “alimentos especiales” —que responden a necesidades nutricionales específicas— están diversificando el mercado de comestibles a medida que más personas descubren beneficios físicos al dejar o incorporar nutrientes o compuestos específico a su dieta.
Según un estudio realizado en 2012 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las intolerancias y alergias alimentarias (la enfermedad celíaca, la alergia al trigo, la intolerancia al gluten, a la lactosa y otras sensibilidades alimenticias) afectan al 3 – 4% de la población mundial y, en el caso de los celíacos, entre el 1 y 2% de la población.
Aunque a menudo se homologan, las alergias son distintas a las intolerancias. En el caso de las alergias alimentarias, la persona muestra una reacción o respuesta alterada del organismo ante una sustancia que por sí misma es inofensiva y bien tolerada por las personas no alérgicas. El sistema inmunológico crea mecanismos de defensa que se vuelven dañinos, causando los síntomas de alergia. La leche de vaca, los huevos, la soja, el marisco, las frutas o los frutos secos son algunos de los alimentos que suelen causar más alergias.
Por el contrario, las intolerancias alimentarias no tienen ninguna relación con el sistema inmune, sino con el metabolismo. Se trata de alteraciones del organismo, que provocan que los alimentos no sean asimilados de forma correcta. Ejemplos más comunes son la intolerancia a la lactosa y la celiaquía (intolerancia al gluten).
Y en cuanto a la diabetes, la última actualización de la Federación Internacional de Diabetes (IDF, siglas en inglés) ubica a Chile como el segundo país en Sudamérica con mayor prevalencia de la enfermedad.
Estos datos sugieren que cada vez hay mayor cantidad de consumidores que deberán seguir algún tipo de dieta especial. Si sumamos a aquellos que, simplemente motivados por una mejor calidad de vida, siguen dietas saludables, la necesidad de innovar en el mercado se hace cada vez más urgente.
En este contexto, hay dos proyectos que –apoyados por FIA– desarrollaron alimentos destinados a cubrir esta demanda. Se trata de la harina de semilla de acacia y el suplemento hecho en base a quínoa orgánica.
Semillas de acacias para diabéticos
Originaria de Australia, la acacia crece en ambientes áridos y semi-áridos. En el norte del país, cuyo uso está centrado en evitar la desertificación y como forraje animal, hoy se abre la alternativa de introducirla en el mercado de los “súper alimentos”.
Los estudios realizados por INFOR demostraron que tiene un alto nivel de proteínas y fibra, un bajo índice glicémico, además de ser libre de gluten. También se encontró la presencia de ácido djenkólico, que usualmente está en una leguminosa usada en remedios caseros contra la diabetes.
Estos resultados confirmaron la intuición de los investigadores: la acacia puede ser una opción alimenticia de alto nivel. Así se comenzó con el desarrollo del producto, que mezclada con la tradicional harina blanca de trigo, puede agregar funcionalidad a dos de los carbohidratos más consumidos en el país: el pan y las galletas.
“De los estudios pre clínicos desarrollados se comprobó la inocuidad de las harinas para el consumo humano y su posible efecto en pacientes diabéticos por el contenido de ácido djenkólico en las semillas. Se determinó que las harinas tostadas de Acacia constituyen una excelente materia prima para panes y galletones y que poseen importante propiedades funcionales como antioxidantes, actividad antihipertensiva y alto contenido de proteínas”, señaló el investigador Patricio Rojas, coordinador de la iniciativa.
En esta misma línea, María José Alarcón, ejecutiva de innovación de FIA, indicó que actualmente en Chile la semilla de Acacia saligna está subutilizada, “por lo tanto hay un enorme potencial que podría abastecer a los molinos y a la industria alimentaria, considerando además la creciente demanda que existe en nuestro país por alimentación saludable”.
Los productos que se desarrollarán con incorporación de semilla de Acacia estarán orientados a un público objetivo con hábitos de consumo saludables, o bien, con la necesidad de consumir alimentos funcionales, como el caso de los diabéticos.
Dando valor a la quínoa
La quínoa es otro de los alimentos que desde su redescubrimiento han estado en la primera línea de los alimentos saludables. “Desarrollo Quínoa” aprovecha este potencial y lo transforma en un suplemento alimenticio orgánico, especialmente dirigido para personas alergias alimentarias, intolerantes al gluten y también para adultos mayores o deportistas.
“Después de la leche materna, el alimento más completo es la quínoa, ya que posee la cadena de aminoácidos completos, es decir son todas proteínas que necesita el cuerpo para desarrollarse, y nosotros le incorporamos vitaminas y minerales que la quínoa no tiene para que sea un alimento más completo”, señala el ejecutor de la iniciativa, Ricardo Valdebenito.
Es por esta razón que este producto no se restringe a las personas que sufren alergias alimentarias, “es un alimento completo que favorece a estudiantes, deportistas, tercera edad, mujeres embarazadas, lactantes y todo aquel que quiera alimentarse debidamente”, agrega el productor.
En la creación de este suplemento fue clave el trabajo de la Universidad de Chile, entidad asociada, quien dispuso de sus instalaciones y profesionales para realizar las pruebas en el desarrollo de la fórmula y definir la más apropiada
La ejecutiva de Innovación de FIA, Paulina Erdmann, explica que “en Chile, al igual que en los países desarrollados, se está viviendo una etapa de transición al envejecimiento de la población; asimismo, han aumentado las alergias, tanto a la lactosa como al gluten. En ello radica la importancia de desarrollar productos nacionales que no existen en el mercado y que cubran las necesidades nutricionales del adulto mayor, siendo la quínoa un producto que puede complementar muy bien la alimentación de este grupo”.
En cuanto a las ventas, a nivel nacional se está comercializando el suplemento a través de una empresa particular que realiza la distribución en negocios y algunos supermercados locales. En tanto, en el mercado internacional, existe una cadena italiana interesada en comprar el suplemento y están pidiendo muestras desde Canadá.
El valor del suplemento bordearía los $8.000 y $10.000 el kilo y se encuentra disponible en tres sabores: canela, coco y chocolate, además del sabor natural. Finalmente, están a punto de obtener la certificación orgánica y están a la espera de la certificación “libre de gluten”.
La oportunidad de los alimentos especiales