Cuántas veces hemos escuchado decir que “el clima está loco” o “antes no hacía tanto calor en verano” o “no llovía como llueve ahora”. Lo cierto es que el clima es dinámico y está influenciado por factores como la temperatura ambiental y las lluvias, pero también por la interacción de otros elementos del sistema climático como la atmósfera, los océanos, el hielo marino, el suelo e incluso los seres vivos que habitan la Tierra.
El clima es el promedio de las condiciones de la atmósfera en un periodo dado de tiempo (por ejemplo 20 o 30 años) para un lugar o región determinados. El clima no debe confundirse con el tiempo. El tiempo expresa las condiciones de la atmósfera en un lugar y momento determinado, con una perspectiva inmediata. Lo que usualmente vemos en la televisión son los pronósticos del estado del tiempo, no del clima.
Para proyectar qué va a pasar con el clima futuro los científicos utilizan modelos climáticos, los cuales son representaciones matemáticas del sistema climático. Estos modelos permiten entender mejor los efectos en el clima futuro de los cambios globales, por ejemplo el incremento de gases de efecto invernadero a consecuencia del cambio climático. Si bien cada vez se cuenta con modelos más sofisticados y con mayor resolución, es aún complicado simular procesos a escalas pequeñas como la precipitación en zonas tropicales o el Fenómeno de El Niño.
Científicos de América Latina y el Caribe han identificado la necesidad de fortalecer sus habilidades en modelamiento climático a fin de mejorar su entendimiento y manejo de las incertidumbres de las proyecciones climáticas. Muchos países de la región están expuestos a patrones similares de clima, y también comparten las limitaciones tecnológicas para simular aspectos complejos que influyen en el clima como la topografía de alta montaña.
En este contexto, del 6 al 10 de junio de 2016 se reunieron en Panamá un grupo de científicos de 10 países de la región para dar inicio al Consorcio Regional de Cambio Climático, cuyo objetivo es consolidar una red regional de científicos y usuarios de modelos climáticos mediante el intercambio de conocimientos y experiencias así como entrenamiento avanzado enfocado en áreas complejas para el modelamiento climático en la región. Como resultado de este primer taller regional los participantes priorizaron tres temas: sistemas tropicales, ENSO (El Niño Oscilación del Sur) y precipitación en alta montaña y glaciares, los cuales serán trabajados por el Consorcio en los próximos dos años.
El entrenamiento es liderado por científicos de la Universidad de Nebraska-Lincoln como parte del programa de “Fortalecimiento de capacidades institucionales para mejorar la evaluación de impactos del cambio climático en América Latina y el Caribe”, el cual es financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Se espera que el programa contribuya a mejorar las evaluaciones de vulnerabilidad y la planificación de acciones de adaptación al cambio climático. Puede encontrar más información sobre el programa aquí.
Esta columna fue originalmente publicada en el blog Cambio Climático del Banco Interamericano de Desarrollo BID.