Uno de los pilares fundamentales de la filosofía de BMW se sustenta de la innovación. Este concepto respalda la potente idea de la nueva movilidad instaurada por BMW i y sus modelos híbridos y eléctricos. Esto ha traído consigo un proceso de fabricación automotriz que ha revolucionado la industria, con el primer habitáculo de fibra de carbono de producción en serie. Este elemento forma parte de BMW EfficientDynamics, que utiliza la última tecnología en construcción ligera.
¿En qué consiste la fibra de carbono? Es un material que pesa la mitad que el acero y un tercio menos que el aluminio. Esto se traduce finalmente en eficiencia, consumo, rendimiento dinámico y gran resistencia.
BMW i3 Nuevo estándar en construcción ligera
BMW i ha desarrollado la carrocería de sus automóviles con plástico reforzado con fibra de carbono (PRFC); este procedimiento permite que el diseño del vehículo tenga nuevas líneas y formas, y que –a su vez-mantenga una alta potencia. La marca instauró un concepto completamente nuevo pensado especialmente para afrontar las demandas de la electromovilidad. Los modelos i3 e i8 son dos grandes ejemplo de estos avances revolucionarios en cuestión de sostenibilidad.
Utilizar la fibra de carbono como material para la fabricación de BMW i contribuye a que la producción de cada auto sea más sostenible y más eficiente. Esto, porque se necesitan menos componentes que el metal para la construcción de sus partes. Su proceso de manufactura da como resultado un chasis seguro ante impactos y también anti corrosivo; este aspecto favorece a que los vehículos eléctricos sean livianos, dinámicos, y con una mayor autonomía.
De esta forma, BMW apunta a una concepción innovadora de la nueva movilidad; aquella que es sostenible en el tiempo y que contribuye con el cuidado del medio ambiente.
BMW i3 Movilidad sostenible de la mano de la fibra de carbono