Nunca antes se había visto un nido de Rayadito de Masafuera con sus polluelos. El hallazgo fue parte de una expedición realizada por la ONG Oikonos, apoyada por el Proyecto GEF Especies Exóticas Invasoras y la Corporación Nacional Forestal; y permite conocer la forma de nidificación de esta ave endémica de la isla Alejandro Selkirk, información inédita para la comunidad científica.
En 1866 Philippe y Landbeck describen por primera vez al Rayadito de Masafuera (Aphrastura masafuerae), ave endémica de la isla Alejandro Selkirk que se encuentra en peligro crítico de extinción, debido a la acción de especies exóticas invasoras que han ido mermando su hábitat y depredando sus poblaciones. 150 años después, y tras cuatro días de expedición, un equipo interdisciplinario de investigadores de la ONG Oikonos, el Proyecto GEF/MMA/PNUD de Especies Exóticas Invasoras y la Corporación Nacional Forestal (CONAF), encontraron algo nunca antes visto: un nido de rayadito con dos polluelos.
“El nido había sido avistado anteriormente por un guardaparque de CONAF y luego por un equipo de Oikonos y la ONG Island Conservation, así es que decidimos ir nuevamente a constatar la información. A la fecha, no se tenía evidencia científica del sistema de nidificación de esta ave, por lo que el hallazgo de una especie tan desconocida y en un estado de conservación tan frágil, resulta significativo”, señala Peter Hodum, director de Oikonos Chile.
No solo se obtuvieron las primeras imágenes del nido de rayadito y sus polluelos, sino que ahora se pueden describir y saber, por ejemplo, que para construir sus nidos estas aves usan plumas de otros pájaros y ramitas de helechos. “Estos son datos primarios que hasta ahora no se conocían, por lo que seguiremos apoyando este trabajo que está enfocado en el monitoreo de estos nidos, para recolectar más información y aportar a la comunidad científica”, destaca Fernando Baeriswyl, coordinador nacional del Proyecto GEF/MMA/PNUD EEI.
La amenaza de especies invasoras
El rayadito es una de las especies de aves más amenazadas de Chile, junto con el picaflor de Arica. Estudios recientes indican que en más de 4 millones y medio de años, el Rayadito de Masafuera evolucionó sin depredadores de una forma natural. “Pero llegamos nosotros, los seres humanos, y comenzamos a traer las especies exóticas invasoras y la situación cambió. Estas especies de mamíferos y plantas, empiezan a diezmar la población de rayadito. El gato se come a los adultos y polluelos, la rata se come los huevos, la cabra come los futuros de árboles en donde pondrá sus nidos, y las plantas invaden el hábitat”, explica Christian López, Director local de Proyectos del Archipiélago Juan Fernández de Oikonos Chile.
Por otro lado, el rayadito es un ave nidificadora de cavidades secundarias. “Es decir, nidifica en cavidades que ya están hechas, como en árboles viejos. Esto representa otro problema, porque la isla Alejandro Selkirk tiene poco bosque antiguo debido a incendios que han ocurrido desde que el hombre llegó, lo que dificulta aún más su nidificación”, señala Héctor Gutiérrez, Coordinador de Proyectos del Archipiélago Juan Fernández de Oikonos Chile, e integrante del equipo que pudo fotografiar el hallazgo.
Investigar para conservar
“Cuando se describe el rayadito en 1866, no se informa sobre la cantidad de ejemplares que había o cómo viven, solamente se describe la especie a rasgos generales. Por eso es tan necesario investigar y entender su comportamiento para determinar acciones eficientes para su protección, porque es una especie que hoy no cuenta con un plan específico de conservación”, señala Peter Hodum. Así, el año 2006 Oikonos y CONAF impulsan un trabajo de levantamiento de información, el que ha resultado lento debido a la falta de recursos y las abruptas condiciones geográficas de Alejandro Selkirk, que dificultan aún más el trabajo.
“El año 2007 Oikonos estimó una población de unos 500 individuos de rayadito. Pero para pensar en un buen plan de conservación de esta especie, es necesario contar con una estimación poblacional actualizada, la que se genera a partir de varios años de estudio y recopilación de datos. Para esto, desde 2013 hemos apoyado una serie de investigaciones desarrolladas por las ONG Oikonos e Island Conservation que buscan contribuir en esa línea”, cuenta Fernando Baeriswyl.
Entre las acciones que se han realizado para crear esta tendencia poblacional del rayadito, en 2014 comenzaron los conteos en puntos fijos, apoyados de máquinas grabadoras de sonido. “Después, cuando empezamos a estudiar su hábitat, saber cuántos canelos hay, dónde vive el rayadito, a qué altura, etc., llegamos a la conclusión de que le faltan lugares donde nidificar, y aquí surgió otro eje de trabajo, que ha sido propiciar lugares de nidificación a través de nidos artificiales”, detalla Christian López. (Ver recuadro).
Los expertos concuerdan en que para conservar no solo al rayadito sino también otras especies endémicas de la isla, la solución es erradicar las especies invasoras, especialmente de mamíferos. En este contexto, Oikonos, Island Conservation, el Proyecto GEF/MMA/PNUD/EEI y CONAF, están desarrollando programas de educación, concientización y valorización de la biodiversidad única del archipiélago con la comunidad isleña. “Este trabajo es clave para generar el apoyo, el compromiso y la participación ciudadana necesaria para emprender programas de erradicación y asegurar que con éxito perduren en el tiempo. La supervivencia del rayadito seguramente va a depender del compromiso del poblado fernandeziano”, concluye Peter Hodum.
Polluelos de rayadito