En 2015 Unilever Chile se convirtió en la primera empresa Cero Residuos, tras la incorporación de la última de sus plantas, la fábrica de helados ubicada en San Bernardo, al programa que busca no enviar residuos al relleno sanitario.
Eliminar el envío de residuos a vertederos implica ahorro de energía, agua y espacio en rellenos sanitarios, además de la reducción en tala de árboles y de emisión de gases efecto invernadero.
En 2015 Unilever concretó la meta en Chile y el mundo de no enviar residuos a rellenos sanitarios en más de 600 locaciones de 70 países, incluyendo fábricas, depósitos, centros de distribución y oficinas.
En Chile, el no envío de residuos al relleno sanitario significó dejar de generar 6.672 toneladas de residuos y no emitir 6 mil toneladas de CO2 durante 2015.
El proyecto se enmarca dentro del Plan de Vida Sustentable de Unilever, que fue lanzado globalmente en 2010 y que dentro de sus objetivos contempla la reducción del impacto ambiental de sus operaciones. A nivel mundial, se anunció que la meta para el año 2020 sería reducir los residuos, pero ya desde este 2015 las más de 600 locaciones de Unilever alrededor del mundo, incluido Chile, no envían ningún tipo de desecho a relleno sanitario.
La primera fábrica en Chile fue la de alimentos en Panamericana, en 2013, y en 2014 se sumaron la fábrica de detergentes en Carrascal y el Centro de Distribución de Lampa, y en 2015 la fábrica de helados de San Bernardo. De esta manera, 2015 Unilever Chile se convirtió en la primera empresa Cero Residuos del país.
Esto fue posible por su enfoque basado en las 4R: reducir, reutilizar, recuperar y reciclar. Para Unilever, los desechos pueden ser considerados como recursos con varios usos alternativos: desde convertir los residuos de la fábrica en materiales de construcción, hasta preparar abono a partir de los desechos del comedor de los empleados.
La compañía apunta a alcanzar la meta de cero residuos en toda la cadena de valor, al tener como prioridad la reducción de sus residuos. Eliminar el envío de residuos a vertederos implica ahorro de energía, agua y espacio en rellenos sanitarios, además de la reducción en tala de árboles y de emisión de gases efecto invernadero. El proyecto contribuye al desarrollo sustentable de la industria, al transformar los residuos destinados a co-proceso en combustible utilizado dispuesto para generar energía.
Por otro lado, Unilever cree que el trabajo y el aprendizaje en conjunto con proveedores, socios y empresas es la única forma de lograr que otras empresas e industrias adopten la meta de cero residuos.
Para Unilever a nivel global existe un desafío evidente de una población en crecimiento que se abastece de recursos limitados. La meta de cero residuos está en línea con las ambiciones de crecimiento sustentable de Unilever, así como el compromiso de encontrar formas alternativas a los recursos y de abordar el cambio climático. Sin un trabajo en conjunto no se hubiese podido lograr. Ahora el desafío es alentar a los proveedores y clientes para que se unan en esta misión.
Como parte del proceso de compartir la experiencia del proyecto, en 2014 Unilever presentó la Guía Zero Waste to Landfill (Cero Residuos al Relleno Sanitario), un documento que busca poner a disposición de la comunidad empresarial la primera experiencia de la compañía en el camino de dejar de enviar residuos a relleno sanitario.
Unilever redujo 6 mil toneladas de emisiones de CO2 y 6.672 toneladas de residuos en 2015