No obstante, académicos de la Universidad de Santiago reconocen que la medida gubernamental atacaría a uno de los principales responsables de las emisiones de material particulado en la capital: el vehículo particular.
“Se debe castigar el uso del vehículo, pero asegurándole al usuario que hay una alternativa, que el transporte público va a ser de una cierta calidad y va a dar un servicio razonable”, sostiene por su parte el experto en transporte del plantel estatal, Rodrigo Martin.
Por Cristóbal Miranda Ríos
Este martes autoridades del Gobierno anunciaron la reedición de los ejes ambientales como medida para combatir eventuales situaciones de alerta, preemergencia o emergencia ambiental en Santiago. La autoridad informó que estas vías, que contemplan circulación exclusiva de buses del Transantiago en desmedro de automóviles particulares durante los horarios punta, aumentarán a seis.
“No son medidas de fondo”, explicó el académico del Departamento de Física de la Universidad de Santiago y experto en contaminación ambiental, Dr. Ernesto Gramsch, quien agregó que estas “apuntan solamente a disminuir la concentración en el sector aledaño a los ejes en los días que hay alta contaminación. Es una medida que le sirve a las personas que habitan alrededor de ese lugar”, puntualizó.
Por otra parte, enfatizó que “hace falta preocuparse de los sectores donde hay muy alta contaminación durante la noche, que es el sector donde la altura de la ciudad es más baja: Pudahuel, Cerro Navia, Lo Prado y Quinta Normal. En esos lugares no se está haciendo nada”.
No obstante, Gramsch considera que el Ministerio de Medio Ambiente está avanzando correctamente en esta materia, al restringir el uso de vehículos que “son responsables de emitir cerca del 40% del material particulado. Disminuir la circulación de vehículos apunta a disminuir el promedio de la contaminación”.
Por su parte, el también especialista en contaminación atmosférica del plantel estatal, Dr. Patricio Pérez, sostiene que los ejes ambientales “son soluciones paliativas que se aplican durante los días de contaminación crítica. Se aplican de forma acotada durante algunos días y pueden ayudar a bajar los niveles de contaminación”.
Sin embargo, complementa que “si bien ayudan como efecto paliativo, uno podría pensar en adoptar medidas que ayuden a hacer más eficiente el transporte público para que se logre una migración más regular desde el vehículo particular hacia este”.
El experto recalca que “siendo estas medidas de excepción, que se aplican algunos días, uno esperaría que hubiesen medidas aplicadas de manera más continua a lo largo del año y no de manera tan esporádica que, a veces, la gente por desconocimiento no las adopta”, aludiendo a la urgencia de implementar acciones como el plan gubernamental ‘Santiago Respira’, que contemplaría restricciones para fuentes fijas industriales, transporte público y vehículos particulares, y que finalizó su fase de consulta pública a fines de marzo para ser presentado en septiembre de este año con miras a ser aplicado en el invierno de 2017.
Desincentivar el uso del vehículo particular
Desde otra perspectiva, el arquitecto y especialista en transporte urbano de la Universidad de Santiago, Rodrigo Martin, afirma que la medida contempla efectos negativos en la población. “Cuando la gente no está acostumbrada a este tema, va a recibir primero el impacto de la medida, va a encontrar congestión, que la vía que quería usar no la puede usar y va a verse atrapado en un taco”, advierte. No obstante, recalca que “en un mediano plazo, esto supone un aprendizaje”.
El académico afirma que los ejes ambientales desincentivan el uso del vehículo particular y que, en ese sentido, la medida es positiva, pero que es necesario respaldar estas acciones con refuerzos al sistema de transporte público en general. “Se debe castigar el uso del vehículo, pero asegurándole al usuario que hay una alternativa, que el transporte público va a ser de una cierta calidad y va a dar un servicio razonable”.
A pesar de que los ejes suponen un incremento en la velocidad de los buses, recordó que, en algunos casos, las vías exclusivas, que buscaban este mismo propósito, no mejoraron los tiempos de viaje, por lo que hizo hincapié en que es necesario asegurar que esto suceda con la medida medioambiental del Gobierno.
“Si se aísla un eje, pero se generan conexiones con otros que están saturados, el efecto que tiene es parcial. Hay que asegurar que efectivamente va a haber una mejor calidad del servicio producto del tiempo más corto de transporte”, afirmó.
“Podría aumentar la contaminación en Santiago”
El año pasado hubo 16 episodios de preemergencia y 1 emergencia ambiental en Santiago. Para este 2016, el Dr. Gramsch proyectó que podrían producirse aún más episodios de este tipo.
“Este año habrán más eventos meteorológicos, más lluvia. La lluvia limpia la ciudad, pero después de que cae hay periodos de mucha calma e inversión térmica. Podría aumentar la contaminación”, afirmó.
Contaminación en Santiago