A raíz de la polémica que se ha generado en torno al servicio que ofrecen Uber y Cabify, considero relevante establecer las diferencias entre ese servicio y el que ofrece A-Dedo, del cual formo parte.
Es indispensable que se entiendan con claridad las diferencias de forma y fondo que nos separan, para que se consideren correctamente al actualizar un marco regulatorio que debe ajustarse con urgencia para así definir cómo queremos seguir desarrollando el transporte en Chile, aprovechando las herramientas tecnológicas disponibles para hacer un uso eficiente de los recursos y brindar a los usuarios el nivel de servicio que demandan.
A-Dedo es una red social que conecta personas que realizan trayectos similares y les facilita la coordinación para compartir sus viajes. Así por ejemplo, usuarios que realizan regularmente una ruta en auto pueden publicarla en el sistema para ofrecer sus asientos disponibles a otros usuarios que necesitan transporte. La clave está en que estas rutas en auto ya se hacen y se seguirían haciendo independiente de si se suman o no nuevos pasajeros. Lo que permite la app es poner a disposición estos recursos (asientos) para usarlos de manera más eficiente, logrando reducir el número de autos circulando a diario por las calles. Se pueden compartir los costos del viaje pero no se permite generar una utilidad.
El conductor de Uber o Cabify, en cambio, inicia su viaje solo una vez que un usuario lo pide, lo pasa a buscar al punto donde este se encuentra y lo lleva exactamente al punto donde quiere ir, con una tarifa variable definida por la empresa que asegura una utilidad tanto al conductor como a ellos. En esencia, el servicio que recibe el usuario de Uber es de taxi, independiente del nombre que se le quiera dar o de quien presta ese servicio. Al competir directamente con los taxis, es importante que se haga en igualdad de condiciones regulatorias y que una vez ahí sea solo el nivel de servicio lo que determine la preferencia de los usuarios.
En resumen, A-Dedo y las demás aplicaciones de carpooling cubren casos de uso diferentes a las empresas mencionadas y las demás aplicaciones de taxis, pero en conjunto entregamos a las personas distintas alternativas de transporte, haciendo uso de las tecnologías para una mejor utilización de los recursos. Esperamos y nos urge que la regulación se ajuste a los tiempos y formalice el funcionamiento de estos y otros sistemas que seguirán aportando a un mejor transporte.
Por qué el carpooling se diferencia al sistema de Uber. Por Bernardo Bacigalupo, Director Comercial @A_Dedo