El proyecto bautizado “Cümpanis”, concepto derivado del latín cum pain, que significa con quien comparto el pan, fue desarrollado por un equipo integrado por las alumnas de Diseño Industrial, Josefa Irribara e Isabel Martínez, de la Universidad de Chile, y Nicole Romero de la Universidad Católica, todas integrantes del Taller de la especialidad que dicta la U.de Chile y cuyo profesor guía fue Mauricio Tapia. Nicole Romero realizó su pasantía en esa instancia.
Todo el mobiliario, que es para comedor escolar, está elaborado en madera sin agregado de otros materiales y para las tres diseñadoras esta elección representó un desafío. “Nunca habíamos investigado tanto respecto de la madera, fue muy interesante y vimos que podíamos proponer formas, pero teníamos que considerar los formatos de madera que ofrece el mercado, qué tipo de ella es más apropiada para el contexto del proyecto, un colegio básico público; hubo bastante experimentación y aprendizaje”, comentan.
De esta manera, el producto resultante es un asiento comunitario y mesas que pueden armarse y desarmarse, para grupos de dos a seis niños. Las medidas antropométricas corresponden a los usuarios elegidos, niños y niñas de primer año básico (6 años de edad con altura promedio de 124 a 137 centímetros), y cuyo diseño evita malas posturas y ofrece comodidad.
El soporte para las bandejas está compuesto por tres módulos iguales que se reproducen mediante un patrón circular permitiendo más de una configuración espacial. El mismo concepto rige para el asiento, compuesto por tres módulos que se pueden superponer.
Las alumnas usaron la madera en su más amplia gama: tablero de terciado, capaz de soportar carga y uso constante; láminas contrachapadas para generar el curvado y un grosor que acepta la superposición de módulos; y macizo de pino oregón para las patas y refuerzos, porque brinda soporte en buena combinación de resistencia y firmeza. También idearon unos tarugos especiales de retazos de roble, por su pequeña dimensión, y considerando además que es madera nativa y de alta resistencia.
El sistema de unión ocupa pata, refuerzo y tarugo, para facilitar el armado y la reparación. “Usamos este sistema de encaje, con tarugo de madera porque observamos que en los colegios se descarta mucho mobiliario por la dificultad de acceso a la reparación”, señalan Nicole e Isabel y sostienen orgullosas “creamos un sistema de ensamble de madera”.
Promover trabajo en equipo
El objetivo del diseño de este mobiliario en madera es generar mayor interacción y vínculos entre los estudiantes de primero básico, a través de muebles que propician el encuentro.
Las gestoras del proyecto, sostienen que fue su profesor guía quien las impulsó a participar en el concurso de la Semana de la Madera y que las motivó el hecho de que el tema fuera la educación. “Tal vez no advertimos, al comienzo que iba a significar mucho, pero mucho trabajo. Estuvimos al menos dos meses trabajando en forma intensiva y entregamos el resultado como si fuera un ejercicio del Taller de Diseño Industrial, el ramo más importante de la carrera, pero ceñido a las exigencias del concurso”.
Para diseñar a escala real, eligieron el Colegio Palestino de la comuna de La Cisterna y un primer año básico mixto de 25 alumnos. Investigaron y hallaron que en Chile el sistema educacional se preocupa del acceso y los programas curriculares más que de reforzar ciertas habilidades que permiten que la persona adquiera y desarrolle sus habilidades sociales, tales como comunicarse y trabajar en equipo. Además, advirtieron que el sistema chileno usa como método para mantener el orden aislar a quien lo quebranta y como habían analizados otros sistemas educativos, entre ellos el de Finlandia, considerado uno de los mejores del mundo, advirtieron que en ese país todas las actividades se realizan en forma participativa.
Otro aspecto que consideraron en su proyecto fue que era muy difícil innovar dentro del aula y que el comedor era el espacio donde se generan varios tipos de interacciones en un solo soporte físico, ya que allí se organizan grupos diferentes al obligado en la sala de clases y apreciaron que en esa instancia a veces alguien queda solo.
Madera en usos nuevos
El profesor Mauricio Tapia, guía de Cümpanis, estimuló a sus alumnas a participar en el concurso de la Semana de la Madera, porque son del último curso de la facultad, otros en pasantías en la misma situación, y pronto rendirán su tesis de grado y tendrán que salir a trabajar con la realidad y, en este sentido, “la competencia de CORMA está planteada como un concurso de carácter muy profesional. Es una excelente instancia para que los estudiantes puedan poner en práctica sus conocimientos de cuatro años”, destaca.
De hecho, guió a dos grupos participantes de su taller: el que obtuvo el primer lugar y otro que se adjudicó el segundo puesto con el proyecto Trabún: Mobiliario Desplegable, que es un piso-mobiliario multifuncional para la sala de clases.
Tapia es un académico conocido por sus investigaciones e innovaciones en el uso de tecnologías alternativas y usos poco convencionales de la madera, siendo uno de sus logros un vehículo eléctrico hecho en madera contrachapada. De ahí que conducir el trabajo de Nicole, Josefa e Isabel, fue un paso más en esa línea.
“El recurso maderable –sostiene- se biodegrada, tiene resistencia mecánica aceptable y buena presencia”. Agrega que otro factor motivador fue que el tema del concurso fuera la educación. “Nuestra facultad es muy crítica con la educación en Chile, entonces aparte de hacer un análisis del mobiliario en sí, el trabajo fue cómo transformar el paradigma de la educación en el país, a través de un equipamiento”.
Cümpanis logra que se pueda realizar fácilmente mantenimiento en un mobiliario que resaltan todas las cualidades de la madera: calidez, elegancia, flexibilidad: “nosotros estamos trabajando con lo que se llama diseño de experiencia en que los objetos son capaces de reflejar y condicionar a las personas para estar de cierta manera”, concluye.
Prototipo
Respecto del futuro del proyecto las jóvenes comentan que aspiran a poder conseguir que se concrete el prototipo, que el diseño se elabore y pruebe en una escuela y que aunque hasta ahora no se han presentado oportunidades no descartan que el Ministerio de Educación o alguna municipalidad se interesen y las contacte para poder llevarlo a cabo.
Diseñan innovadores comedores escolares de madera