La compañía alemana ha demostrado que se puede ser sustentable y al mismo tiempo, económicamente viable. Lo ha logrado recuperado tierras estériles y las ha convertido en hermosos bosques que posteriormente convierte en eco-lápices.
Faber-Castell es la más grande y antigua fábrica de lápices del mundo con más de 250 años de historia. Ha enfocado su trabajo en la creación de productos ergonómicos, durables y que marcan la pauta a nivel mundial por su calidad, diseño de vanguardia y seguridad. Además, ha puesto como uno de sus focos más importantes la sustentabilidad y la responsabilidad medioambiental, de hecho, hace más de 30 años asumió el compromiso de fabricar productos amigables con el medio ambiente y no tóxicos.
Para hacer esto posible, la compañía alemana cuenta con 10.000 hectáreas de bosque propio en Brasil, donde además se reutilizan los desechos del proceso productivo para continuar con el ciclo de producción. Otro caso destacable es Colombia, en donde 67 agricultores están cultivando 1.561 hectáreas para suministrar las plantas de producción de la compañía con materiales en crudo. Para este propósito, proveen parte de su propia tierra que previamente era usada mayormente para pastoreo de ganado. Después de la tala, reciben un 30% de las ganancias de la madera.
La compañía alemana produce 2.3 billones de lápices a lo largo del planeta y es considerado el mayor productor de lápices de madera a nivel mundial. Gracias a su mentalidad avanzada en términos de medio ambiente, que ha sido parte de su estrategia por décadas, el grupo puede ser considerado como climáticamente neutral porque los propios bosques de Faber-Castell absorben tres veces la cantidad de dióxido de carbono que las 14 plantas de producción de la compañía producen.
Faber-Castell ha obtenido varios reconocimientos y certificaciones por su compromiso con el Medio Ambiente. Por ejemplo, en 2012, la ONU certificó el programa de “Mecanismo de Desarrollo Limpio” (MDL) para desarrollos compatibles con el medio ambiente. Debido a esta certificación, Faber-Castell es la primera empresa privada en el mundo autorizada para vender certificados de emisión de los bosques, según lo previsto por el protocolo de Kioto para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Además, un estudio científico realizado por TÜV Rheinland (Pruebas y Laboratorio de Investigación de Renania) ha confirmado recientemente que la compañía tiene una huella ecológica verde, ya que con estos bosques se absorben más de 900.000 toneladas de dióxido de carbono, mucho más de lo que emiten sus propias fábricas.
Finalmente, todos los EcoLápices de Faber-Castell están fabricados con madera 100% reforestada, certificado por la FSC (Forest Stewardship Council o Consejo de manejo Forestal), entidad que garantiza que el proceso de fabricación de los lápices es ambientalmente apropiado, socialmente benéfico y económicamente viable.
Además de los lápices de madera, la compañía ofrece más de dos mil productos de alta calidad para dibujar, escribir y diseñar.
Faber-Castell: un ejemplo de compatibilidad entre empresa y cuidado con el medio ambiente