Influenciando cambios desde los consumidores

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Copia de DSC_0119Iniciaré el artículo exponiendo el concepto de Consumo Responsable, ya que sobre esa base, expondré la capacidad que tienen los ciudadanos en su vertiente de consumidores para influenciar en la sociedad. Ese concepto se sustenta sobre tres pilares; el ético, el ecológico y el social y solidario.

Entiendo por consumo responsable la elección de productos y servicios, no solo en base a su calidad/precio, sino también teniendo en cuenta la calidad social de su forma de producción y la conducta de las empresas que nos los ofrecen. Esta definición está fundamentada en dos argumentos fundamentales: En primer lugar: porque detrás de los productos de consumo se esconden problemas de alcance planetario y de naturaleza social, política y ambiental. En segundo lugar porque los consumidores podemos inducir a modificaciones en las conductas de las empresas mediante nuestra elección de compra, contribuyendo de esta manera, a hacer del consumo un motor de justicia social y equilibrio ambiental, a través de la discriminación positiva o negativa hacia las empresas.


Para que el consumo responsable se instale en la sociedad, es fundamental que los consumidores ejerzan su función de Ciudadano Activo. ¿cuáles serían los ejes de actuación de ese consumidor responsable? Fundamentalmente serían: Conciencia crítica, Acción, Conciencia social, Conciencia Ambiental y Solidaridad.


Ahora bien, podemos plantearnos si en la actualidad los consumidores tenemos la información necesaria para poder influir de forma eficaz en el mercado? La respuesta es ¿porqué? porque existe una asimetría en la información y de poder en los mercados, e igualmente porque la falta de herramientas para conocer los comportamientos de las empresas(certificaciones, etiquetado, logo, etc) nos impide disponer de una visión global de su actividad, de ahí la necesidad de que exista un ETIQUETADO RSE que, cumpliendo los indicadores establecidos, por ejemplo en la ISO 26.000 y el GRI, así como los grandes principios del Pacto Mundial, donde las diferentes dimensiones de la RSE (trabajadores, clientes, cadena de valor, sociedad, medioambiente) incorporen sus indicadores básicos, faciliten una información que pueda clarificar la opinión de compra o contratación de servicios en los ciudadanos, mientras tanto, y a pesar de las innovaciones tecnológicas, por las que fluye de forma asidua la información, los consumidores no podemos influenciar las políticas del mercado, aunque, evidentemente, vamos avanzando en ese camino, estableciendo caminos de colaboración e información entre diferentes asociaciones de la sociedad civil para contrarrestar el poder de las empresas y limitar, de esa forma, la asimetría en la información. Es evidente que desde finales de los años 80 del siglo pasado, hemos avanzado mucho y los avances tecnológicos, la sensibilización social hacia los comportamientos de las empresas, me hacen ser optimista hacia el futuro.

Me gustaría para terminar, comentar lo que ENTIENDEN los consumidores en España por RSE. Es una definición que fue elaborada en el marco del Observatorio RSC (www.observatoriorsc.org) y asumida por el Foro de Expertos de RSE del Ministerio de Trabajo español en 2007:

¿Qué valores y características consideramos los consumidores necesarias:

La RSE tiene que ser: Integradora, Participativa, Sostenible, Global, Transparente, Medible, Comunicable, Transversal, Estratégica, Innovadora, Extensiva, Verificable, y Coherente. Todo ello dentro de los dos ámbitos de la RSE: el Interno (medio ambiente, derechos de los trabajadores) como en el Externo (derechos de los consumidores, derechos humanos, no connivencia con la corrupción o con el soborno y acción cultural, medioambiental o social de las empresas en las comunidades donde operan)

Los consumidores somos uno de los Grupos de interés fundamentales en las políticas de RSE. Por el poder de compra, y por la capacidad que tenemos para invertir en el caso de empresas bursátiles. Para ello las empresas quieren generarnos CONFIANZA, pero esta CONFIANZA se produce no por la declaración de buenas intenciones, sino por el trabajo diario en el que los aspectos relacionados con la RSE sean introducidos en la política de la empresa.

A pesar de que la crisis económica que, al menos en Europa, está provocando situaciones de extrema dificultad para muchas personas (en España casi un 30% de la población española vive en situaciones de pobreza y exclusión social, según Informe de Cáritas) se puede consumir de forma responsable, es importante ser consciente de ello y como con esas actitudes podemos cambiar los comportamientos de las empresas: por ejemplo, a través de la Eficiencia energética, de la Economía alternativa de la compra de productos de Comercio Justo, Reduciendo envases, Reutilizando, Reciclando, Reparando, Rechazando lo superfluo, iniciando actuaciones de consumo colaborativo que propicien cambios en hábitos de consumo, empezando a reflexionar sobre la Obsolescencia de los productos.

Los diferentes Gobiernos también tienen una responsabilidad directa para favorecer el Consumo Responsable y para que se avance en el camino de que las Empresas sean Socialmente Responsables. ¿Cómo? Desde diferentes ópticas: desde su papel de promotor y sensibilizador, desde su papel regulador, desde su papel de definidor de políticas, desde su papel de agente económico y desde su papel de supervisión y control.

Termino afirmando que el Consumo Responsable es posible, basándose en un Ciudadano activo que influye de forma positiva en el mercado a través de una información suficiente, para la que es necesario que se pueda visualizar, a través del etiquetado, que una empresa es responsable a la hora de fabricar y/o comercializar sus productos (elaborándose los estándares acreditativos de forma participativa entre todos los grupos de interés de las empresas, las empresas y el gobierno) y además, asumiendo con carácter individual la responsabilidad de nuestro consumo.

Influenciando cambios desde los consumidores

Maria Rodriguez Sánchez

Socióloga

Experta en Consumo Responsable y RSE

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