Esta entrada va a comenzar con una confesión: en el día mundial sin auto me quedé una hora entera encerrada dentro de un túnel lleno de carros. En mi defensa, después de 20 minutos apagué el motor porque estaba claro que ninguno de los no-sé- cuántos autos tenía pensado avanzar. Claro que este día coincidió con la llegada del papa Francisco a Washington. Pensé que el día siguiente, cuando el papa iba pasear por la ciudad, el tráfico iba ser peor… pero me equivoqué.
Entonces ¿por qué, en el día mundial sin carros, había más carros en la calle que en el día de la visita del papa?
La respuesta es simple, en el día de la visita mucha gente usó el transporte público, y muchos otros hicieron teleworking (trabajaron desde casa) justamente para evitar el tráfico. Pero, por alguna razón, no trabajamos desde casa o vamos al trabajo en transporte público, ni compartimos autos, todos los días.
Y es por eso que importa lo que el papa Francisco dijo en su visita a Washington.
Últimamente en los Estados Unidos, si prendes la tele hay siempre algún programa con alguien hablando del cambio climático. Son comediantes, reporteros, congresistas y candidatos a la presidencia – algunos saben que el cambio climático es una realidad y otros creen que no.
Desde este blog hacemos nuestra parte para compartir el conocimiento y realidades sobre el cambio climático, pero los que escribimos no somos celebridades. Somos solo especialistas en cambio climático, economía, energía renovable y comunicaciones.
Para mí lo que dijo el papa no importa por razones religiosas – importa porque la gente lo escucha. Y en tiempos en donde todavía se discute si el cambio climático es una realidad o no, escuchar un líder mundial decir que tenemos que aceptar la urgencia de hacer frente al cambio climático me resulta alentador.
El papa habló de muchas cosas en su discurso en la Casa Blanca. Pero el cambio climático fue el asunto a lo cual le dedicó más tiempo. Y eso va de acuerdo con su primera carta encíclica, que hace los siguientes puntos:
El cambio climático es real, y es cada vez peor.
El ser humano es un importante contribuyente al cambio climático.
El cambio climático afecta de manera desproporcionada a los pobres.
Podemos y debemos hacer las cosas mejor.
Un cambio en nuestro estilo de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social.
Cada vez más, los líderes mundiales ven la urgencia de lidiar con los efectos y frenar el progreso del cambio climático. Cada vez más, parece que la COP21 podría ser el punto de inflexión que impulse el mundo hacia el desarrollo sostenible. Brasil, Colombia, México, Perú, República Dominicana y Trinidad y Tobago ya sometieron sus INDCs junto a otros países. Esperemos poder llegar a un acuerdo entre todos los líderes y representantes de más de 190 países. Pero, citando al papa en su discurso:
La humanidad tiene la capacidad de trabajar juntos en la construcción de nuestra casa común
Más allá de lo que los países van a decidir, necesitamos que a todo el mundo le importe el cambio climático… y que optemos por un estilo de vida sostenible todos los días.
Hablemos de cambio climático y sostenibilidad en Twitter @BIDcambioclima