Son muchas las organizaciones sociales que han surgido actualmente a raíz de la indignación o sueño de mejorar el mundo en que vivimos, dando voz a la comunidad y a grupos que no cuentan poder político o económico. Y detrás de éstas se encuentra un actor indispensable para que puedan surgir y funcionar correctamente: el dirigente social.
Es éste quien orienta, motiva y une a los miembros de la organización para que pueda cumplir sus objetivos. Trabajo duro que requiere de una serie de habilidades que van desde la forma de relacionarse con los otros, hasta la capacidad para superar problemas constantes.
A continuación, mostramos algunas de las principales características de estos agentes del cambio social:
Su foco está en lo colectivo: Estos líderes saben que las transformaciones importantes las hace el grupo, por eso, tener una comunicación efectiva y constante con los distintos miembros para orientarlos, otorgarles información y motivarlos a actuar se hace indispensable.
Los dirigentes deben participar en conjunto con todos los miembros de la comunidad, identificándose como uno más del grupo y caracterizándose por ser abiertos y elegidos libremente por el resto.
Ana María Gajardo, encargada de la participación comunitaria de Fundación Mi Parque, afirma que muchos de los dirigentes han formado parte con anterioridad de colectivos: “Tienen un historial de participación que es parte de su formación, lo que junto a sus personalidades extrovertidas siempre los hace ser personajes principales, con apodos y mitos incluidos, de la narrativa barrial que se escribe en gran parte gracias a ellos”.
Distribuye poder a otros: En concordancia al punto anterior, un buen dirigente es quien conoce a los miembros de la organización para aprovechar e incentivar las habilidades de cada uno. Su principal atributo no es imponer ideas, sino fomentar la participación y el diálogo entre cada uno de los integrantes de la organización.
“Creemos que el mejor líder es aquel que delega, que distribuye su poder, y en esa misma línea es capaz de hacer participar a más personas de su propia comunidad”, manifiesta Gajardo.
Son perseverantes: Pese a la motivación de los líderes frente a sus proyectos sociales, el trabajo de dirigente es duro, teniéndose que enfrentar a los problemas cotidianos de la organización, a la falta de respuesta de las autoridades y a la falta de recursos, a lo que deben sumar las vicisitudes de su vida personal.
Carolina Roja, dirigente del campamento Manuel Bustos, apoyado por la fundación TECHO, tiene una hija con problemas de retraso cognitivo y psicomotor, lo que no le impidió seguir luchando por su sueño de que su comunidad viva en un barrio digno.
“Ser dirigente es duro, hay días malos, hay días tristes, pero mi convicción es más grande que todo esto”, afirma.
La falta de recursos para sacar adelante sus proyectos y para realizar reuniones es uno de las principales problemáticas que enfrentan, razón por la cual la autogestión y ayuda de las organizaciones no gubernamentales se hacen fundamentales.
Tienen actitud ante la autoridad:
Muchas veces las peticiones de las organizaciones sociales no son tomadas en cuenta por la autoridad o irrumpen en intereses de sectores económicos poderosos, por lo que el dirigente debe mantenerse firme para mantener sus objetivos y hacer escuchar sus derechos.
“No ha sido fácil ser dirigente, las autoridades siempre nos cerraban las puertas, nosotras no teníamos experiencia como dirigentes, eso hasta que el TECHO, tuvo el acierto de empezar a trabajar con nosotros, primero reuniendo a todos los comités y explicándonos lo importante de la unión para pararnos frente a las autoridades”, cuenta María Medina Carrasco, dirigente del campamento Manuel Bustos.
Confiar en el proyecto de la organización es necesario, teniendo que mantener una postura de convicción en sus objetivos por sobre las diferencias socioeconómicas o culturales que puedan tener con quienes no estén de acuerdo con el fin de la organización.
Comúnmente los dirigentes sociales deben enfrentarse a problemas como la falta de recursos e infraestructura, y otros deben comenzar sin poseer una buena educación. Es por esto que la labor de ONGs como TECHO y Mi Parque, que entregan cursos y capacitación gratis y los acompañan, es de gran ayuda para complementar la motivación y actitud de estos líderes.
¿Cómo es un buen dirigente social?: las características de un líder necesario. Por Paula Andrea Vergara, cursando actualmente quinto año de periodismo en PUCV
la vida de un dirigente es bien sacrificado muchas veces sacas adelante tantos proyectos y lo haces realidad. por tanto tiempo puro ofrecimiento pero que al final terminas criticado pero mas vale la conviccion de una persona——-gracias
Siempre ss criticado lo más importante es la convicción del dirigente barrial en todo su conjunto y grupal yo hace 8 años que vengo trabajando y siempre esta la corrupción que te quiere chipar porque reclamas y justo están los intereses de los mafiosos y el monopolio pero bueno vengo de bien ee abajo y sigo bien abajo y jamas voy a cambiar mis ideales