Por: José Gaspar de la Fuente L.
Twitter: @jgdelafuentel
La cantidad de desplazados alrededor del mundo ha llegado la cifra récord de más de 60 millones, superando por primera vez a los de la Segunda Guerra Mundial. La crisis migratoria ha saturado las ONG y los servicios estatales para inmigrantes especialmente en los países europeos, muchos gobiernos han reaccionado endureciendo sus políticas y otros las han expandido para recibir la mayor cantidad de personas posibles.
En paralelo, los naufragios en las costas de Libia, los abusos y situaciones sanitarias inhumanas y la, al parecer necesaria, fotografía del cadáver del pequeño niño sirio, Aylan Kurdi, en la costa de Turquía, han provocado una fuerte reacción por parte de la población europea.
A pesar de lo anterior, cada vez son más los ejemplos de personas comunes y corrientes que con interés, motivación y esperanza crean iniciativas a través de diversos medios para ayudar a los inmigrantes. Muchas veces enfrentándose a la legalidad, se arriesgan hasta a pasar años en la cárcel al ayudar de manera no reglamentaria a los que creen, deben ser apoyados.
Este es el caso de un grupo de austriacos, que a través de Facebook organizó un convoy de voluntarios con el fin de trasladar a refugiados desde Budapest a Viena para ayudarlos a llegar a sus destinos, especialmente a Alemania. El resultado fue que el domingo pasado más de 3000 personas cruzaron la frontera para volver a la misma con alguna familia y dejarla ahí para que la cruzaran a pie ya que si lo hacían en auto se arriesgaban a ser detenidos.
El panorama en Chile
El 6 de septiembre fue el Día Nacional del Migrante en Chile. A pesar de que la situación no es tan extrema, el país forma parte de los destinos preferidos para un nuevo comienzo de inmigrantes procedentes de Perú, Bolivia y en los últimos años de Haití, República Dominicana y Colombia.
Instituciones como el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) y el Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI) entregan su apoyo a través de diversos medios: Asistencia jurídica y social, casas de acogidas, bolsas de empleos, entre otros.
El anuncio del posible recibimiento de 50 a 100 familias sirias hecho por el Gobierno, muestra un compromiso con esta crisis, que en mayor o menor medida, afecta al mundo entero. Mayores iniciativas individuales o grupales, como las planeadas en Austria y Alemania, completarían el marco de acción para demostrar la preocupación nacional frente al tema. Tomar consciencia y pensar en ideas innovadoras son los primeros pasos para ayudar desde la situación particular de cada ciudadano.
Chile frente a la crisis migratoria, ¿Faltan iniciativas particulares?