Psicólogo de la ACHS, Sebastián Valenzuela: “Las vacaciones de invierno son una oportunidad de entregar tiempo de calidad a los niños”. El especialista entrega simples y prácticas recomendaciones para los padres que trabajan con el objetivo de vivir este tiempo sin stress y enfocados en lo más importante: sus hijos.
Se acercan las vacaciones de invierno y lo que para muchos es un esperado acontecimiento, para otros se trata de un motivo de tensión y stress. Las familias donde ambos padres trabajan son las que mayormente enfrentan esta preocupación.
Sebastián Valenzuela, coordinador nacional del Departamento Psicosocial de la Asociación Chilena de Seguridad, aseguró que, en distintas encuestas realizadas por el Family and Work Institute, se plantea que un gran número de personas cambiaría algunas compensaciones y beneficios por flexibilidad para poder reconciliar la vida laboral, familiar y personal.
Este tema familiar también influye en la productividad laboral, porque uno de los factores de riesgo psicosocial en el trabajo es lo que se conoce como “doble presencia”, que afecta principalmente a las mujeres, que están frecuentemente preocupadas por asuntos domésticos al mismo tiempo que de asuntos laborales, lo que muchas veces interfiere en la realización del trabajo.
El psicólogo de la ACHS señala que, para las empresas modernas y comprometidas (empresas familiarmente responsables) las vacaciones de invierno son apreciadas cada vez más como una forma de integrar a la familia al trabajo, logrando conciliar dos ámbitos de la vida que muchas veces están separados y que afectan bilateralmente el desempeño en cada uno de los ámbitos.
Sebastián Valenzuela explica que, estas empresas muchas veces “permiten la visita de los hijos al trabajo, ya sea en una parte de la jornada o la jornada completa, organizando “días familiares” en donde se realizan actividades para los niños, o simplemente éstos acompañan a sus padres en sus labores cotidianas en el trabajo. Lógicamente, estas situaciones se dan con mayor facilidad en las oficinas, ya que los niños se portan mejor de lo que se cree, además conocen a sus padres en otro ambiente potenciando su figura y entienden que “hacen todo el día en el trabajo”.
Agregó que, para los niños, el mundo laboral de los padres está lleno de fantasías y dudas por lo que es beneficioso para ellos verlos desenvolviéndose en el día a día, pasando tiempo de calidad ya no sólo en el ámbito doméstico, lo que amplía su perspectiva.
Valenzuela señala que “existen además, algunas empresas que ofrecen la posibilidad a los padres trabajadores de contar con las llamadas “colonias de invierno” donde pueden llevar a los niños, éstos pasan el día completo realizando actividades y luego se retiran con ellos cuando termina la jornada laboral. Esto favorece la tranquilidad de los progenitores y ayuda a bajar el nivel de stress y ansiedad que provoca el no saber qué hacen los niños todo el día en la casa solos o el no tener con quién dejarlos”.
Por otra parte, si su trabajo no ofrece esta alternativa, hay algunas gestiones personales que le ayudarán a sobrellevar el período de las vacaciones de forma airosa:
- Lo primero que se debe tener en cuenta es que es un buen momento para que los niños descansen y dejen de lado la rutina diaria, sin embargo esto no quiere decir que el niño esté todo el día acostado viendo televisión o jugando videojuegos. Lo mejor es generar una agenda de actividades motivantes para los niños en donde utilicen la imaginación, se diviertan y descansen del horario escolar. Actividades como pintar, crear canciones, hacer una banda de rock con utensilios de cocina, inventar cuentos, etc.
- Las actividades creativas son las que se deben propiciar en vacaciones de invierno. Para esto se debe limitar los horarios en que están expuestos a la televisión y videojuegos. En el caso de que los dos padres trabajen pueden dejarle los materiales en la mañana para que realicen la actividad cuando ellos deseen en el día.
- Es ideal que los padres no continúen con el ritmo de trabajo cotidiano y que en puedan generar actividades luego de la jornada laboral, donde se involucre al niño y actividades recreativas, donde el niño deba utilizar su imaginación, por ejemplo cocinar algo diferente, disfrazarse, hacer una obra de títeres, etc. No es necesario gastar mucho dinero y el tiempo que se pase con los niños es crucial.
- Los padres que trabajan deben dejar de lado la culpa por hacer lo que tienen que hacer para proveer a su familia. Se recomienda fijarse expectativas razonables o compartir la carga con otros padres (dividiéndose los días de actividades entre las familias de amigos de los hijos, por ejemplo)