Medioambiente, un paso más acá. Por Ismael Berwart de Casa de la Paz. El 5 de junio se celebra el día mundial del medioambiente. Esta conmemoración, instaurada por la ONU en 1972, busca hacer un llamado a la humanidad a tomar conciencia sobre la relevancia que el medio natural tiene en nuestras vidas. Lamentablemente, esto no se ha visto reflejado en lo que hoy ocurre en nuestro planeta. A diario vemos que el cambio climático complica la vida de millones de personas, la contaminación afecta a vastas zonas del planeta y la deforestación reduce nuestras selvas. Los ejemplos sobran y la gente sufre frente a un drama más que evidente.
Cuando hablamos de medio ambiente lo primero que se nos viene a la mente son bosques, océanos y en general los paisajes naturales. Sin embargo, la definición de medioambiente que nos da la Real Academia de la Lengua Española es más amplia: “‘Conjunto de circunstancias o condiciones exteriores a un ser vivo que influyen en su desarrollo y en sus actividades” (RAE, 2005).
Es decir, el medioambiente es todo aquello que nos rodea. Hablamos de un conjunto de componentes físicos, químicos y biológicos, pero también de factores sociales, económicos y culturales que determinan a los seres vivos (directa o indirectamente) a corto o largo plazo. De ahí que en ciudades como Santiago, Rancagua, Osorno, Arica o Coyhaique el medioambiente no solo abarque al aire, los árboles, el mar o las aves; sino también a los autos, bicicletas, casas y fábricas sumado a sus habitantes.
Los seres humanos también son parte fundamental del medioambiente. Esto plantea una serie de retos, que quizás son previos a lo que buscaba la ONU al momento de establecer el objetivo de la fecha. Estos desafíos apuntan principalmente a las relaciones humanas, la convivencia, la confianza y al respeto entre nosotros.
Cuando no exista basura en las calles, cuando no nos ahogue la mala calidad del aire o dejemos de ver noticias referidas a casos de bullyng o cuando ciclistas y automovilistas convivan en paz, vamos a estar en mejores condiciones para relacionarnos con nuestro medio natural como debiéramos. El tiempo apremia, nuestro planeta exige una humanidad que sepa convivir entre sí. Esto nos enfrenta al desafío de creer en el otro, entender que solo si nos unimos, podremos hacer frente a la vorágine que significa el calentamiento global.
Este viernes 5 de junio, contemplemos el amanecer, disfrutemos de la belleza natural que nos rodea, ya sea en un bosque o en el gentil vuelo de un ave; pero también demos el asiento, saludemos y tratémonos con cariño, desde ahí también vamos a estar un paso más cerca de lograr una mejor convivencia con nuestro planeta.
Ismael Berwart es profesional de Casa de la Paz, Licenciado en psicología en la Universidad de Valparaíso, especializado en trabajo comunitario, con experiencia en temáticas infantojuveniles y educación ambiental.