Despertar el potencial de los jóvenes. Uno de los programas estatales clave en materias de educación, el PACE (Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior), que busca que estudiantes provenientes de los sectores de menos recursos puedan acceder al sistema de educación terciaria, comienza con su proceso de escalamiento.
El PACE aspira a que los jóvenes que no han podido acceder a la educación superior por problemas de inclusión puedan hacerlo. La propuesta de largo plazo es que los jóvenes de colegios vulnerables tengan acompañamiento durante los cuatro años de enseñanza media y los tres primeros de educación superior.
Por medio de la alianza entre colegios e instituciones de educación superior, el PACE busca entregar a los estudiantes apoyo académico destinado a cubrir las brechas de contenidos entre la educación secundaria y terciaria, contemplando también espacios formativos en habilidades socioemocionales y orientación vocacional para los jóvenes.
Muchos especialistas concuerdan al señalar que es necesario generar más instancias de preparación y apoyo para los jóvenes que enfrentan un proceso de exigencia, principalmente cuando se trata de estudiantes de menores recursos, ya que muchas veces carecen de referentes directos o dentro de sus familias que los guíen durante estos procesos.
Fundación Portas lleva más de siete años trabajando en torno a estas temáticas, acompañando a jóvenes de sectores populares que ingresan a la Educación Superior, participando en programas propedéuticos de acceso a la educación superior y siendo parte en las reuniones preparativas del PACE. “El nacimiento de este programa es un gran avance en términos del rol que deben tener las instituciones de educación superior en los procesos formativos de los jóvenes de enseñanza media, visualizando el proceso académico y vital de los jóvenes vulnerables como un todo continuo” afirma Carlos Sánchez, Director de Sustentabilidad de la ONG.
Más allá de lo académico
Es necesario redistribuir oportunidades en el acceso y la permanencia en la educación superior. Si bien existen becas y otras instancias de financiamiento compartido para garantizar el acceso a la Educación Superior de los estudiantes de menores recursos, muchos de los jóvenes fracasan por no contar con los conocimientos y herramientas que les permitan enfrentar con éxito un proceso de exigencia.
“Es fundamental que no enfrenten estos procesos en solitario, ya que elegir e ingresar a una carrera implica cambios en la cotidianidad de los jóvenes y el resultado no siempre es positivo. Son muchas las variables que pueden hacer que dejen sus estudios, desde problemas económicos hasta dificultades académicas y carencias afectivas, por esto, en Portas acompañamos a los estudiantes durante todas sus carreras y los ayudamos a desarrollar habilidades sociales que les permitan insertarse de mejor manera en el mundo académico y a futuro, en la esfera laboral” afirma Francisca Egaña, Directora ejecutiva de la organización.
Las habilidades blandas son un conjunto de hábitos que nos permiten establecer relaciones interpersonales saludables y alcanzar nuestras metas y objetivos. “Estas conductas son aprendidas, facilitan la relación con los otros y reivindican el respeto de los propios derechos, sin negar los derechos de los demás. Poseer estas capacidades evita la ansiedad en situaciones difíciles o novedosas, además de promover la expresión de las emociones y la resolución asertiva de los problemas” Explica María José Juárez, Directora de Programa de Fundación Portas.
Las Habilidades Sociales incluyen temas afines como la asertividad, la inteligencia emocional (empatía y expresión de sentimientos) y la capacidad para resolver conflictos. Son fundamentales para superar los desafíos y alcanzar las metas personales, de acuerdo al proyecto que cada uno construye para su vida.
“El objetivo es que los jóvenes logren identificar y potenciar sus habilidades sociales. Que adquieran herramientas para comunicarse de manera asertiva, que desarrollen la empatía, que logren expresar sus emociones sanamente, y que aprendan a enfrentar conflictos de manera asertiva” dice María José sobre el programa Portas y las instancias extracurriculares de formación para los estudiantes.
El despertar del potencial de los jóvenes no sólo debe ser considerado en términos académicos. “En Fundación Portas sabemos por experiencia que el desarrollo de habilidades socioemocionales es la base para el crecimiento integral de las personas y es el piso sobre el cual los estudiantes despliegan todas sus capacidades. En esa línea, el PACE representa una gran oportunidad para mirar al estudiante como un ser integral y entregarle herramientas reales para superarse en la vida” Afirma Carlos Sánchez, Director de sustentabilidad de la organización.
