Hace pocos días celebramos el día internacional del reciclaje, una invitación de la UNESCO para incorporar esta práctica como un hábito necesario sumado al de reducir el consumo y reutilizar los elementos al máximo para extender su vida útil y disminuir los efectos de “la basura” en el planeta y la sociedad.
Es interesante hacer la reflexión y notar cuanto de lo que hoy consideramos “basura” realmente lo es. Las cifras demuestran que estamos tirando toneladas de residuos que podrían ser útiles para otros y que incluso tendrían un potencial económico y social que se está desperdiciando.
En los países de América Latina el porcentaje de reciclaje total no supera el 15%, esto contrasta con Austria que recicla el 63% de sus desechos aprovechándolos como insumos que dinamizan su industria y economía, al tiempo que reducen el carbono emitido por procesos productivos innecesarios y los efectos sociales y ambientales de los vertederos.
No sólo algunos países aprovechan el potencial del reciclaje, las empresas están despertando ante las posibilidades que se abren al contar con plantas que reutilicen, reciclen o reduzcan los materiales necesarios en sus fases de producción.
Una iniciativa potente es liderada por P&G quienes han logrado reducir a CERO los residuos que antes terminaban en los basureros de distintos lugares del mundo en 50 de sus plantas. Hay tres de estas plantas Cero Residuos en América Latina, dos en México y una en Brasil.
Los efectos de repensar el uso de los residuos no son solo ambientales, tejas y ladrillos para la construcción de viviendas a partir de los desechos de la producción de papel higiénico o restos de pañales y compresas íntimas como material combustible han sido algunos de los resultados de darle la vuelta al uso final de los desechos de las plantas de esta compañía.
Sin duda lo anterior es un camino al que podrían sumarse más industrias; La innovación y eficiencia son pilares de competitividad que por esta vía pueden potenciarse y entregar efectos concretos de compromiso con la sustentabilidad.
En paralelo, el llamado a elevar los índices de reciclaje es claro y en eso la conciencia individual cuenta para que cada vez sean menos los vertederos donde se tiran sin discriminación cosas que luego volvemos a comprar, en una dinámica frenética que no tiene mucho sentido ni para el planeta ni para nuestros bolsillos.
Publicación patrocinada por P&G. Las opiniones vertidas son responsabilidad de Diariosustentable.
